La Vilavella comienza la segunda y última fase de las obras del tan reivindicado tanatorio. Unos trabajos que, si se cumplen los plazos, deberían estar terminados en febrero.
El alcalde, el socialista Sebastià Roglà, destaca que, a pesar de que los detalles finales de la primera fase todavía están en marcha, la gestión del equipo de gobierno permite que las dos fases de las obras puedan convivir al mismo tiempo, lo que permite agilizar la ejecución de las labores.
La localidad ve ya una fecha en el horizonte para que este servicio tan demandado sea por fin una realidad, ya que actualmente la Vilavella carece de esta prestación. El ejecutivo socialista, que entró a gobernar tras la polémica moción de censura de junio, critica que la obra sufría un retraso de más de tres meses a causa de «la carencia de compromiso y de implicación del anterior gobierno formado por el PP e IxLV».