UNO DE LOS PROYECTOS MÁS IMPORTANTES DE LA LEGISLATURA

L'Alcora expone a los vecinos cómo recuperará el edificio fundacional de la Real Fábrica

La inversión será posible a través de la aportación del 2% cultural del Gobierno

La intervención de este inmueble, recién iniciada, está valorada en 4,4 millones de euros

El alcalde de l’Alcora, Samuel Falomir, encabezó ayer el acto en el que la localidad presentó a los vecinos los detalles del proyecto de rehabilitación integral.

El alcalde de l’Alcora, Samuel Falomir, encabezó ayer el acto en el que la localidad presentó a los vecinos los detalles del proyecto de rehabilitación integral. / Javier Nomdedeu

El Ayuntamiento de l’Alcora celebró este sábado un acto público para presentar el proyecto de recuperación del edificio fundacional de la Real Fábrica del Conde de Aranda (1726-1727), una de las intervenciones más relevantes de la legislatura que acaba de empezar, valorada en 4,4 millones de euros, dentro de la rehabilitación y puesta en valor del conjunto de la emblemática manufactura.

En el evento, que tuvo lugar en la Nau dels Forns, tomaron la plabra el alcalde, Samuel Falomir, el director del Museu de Ceràmica, Eladi Grangel, y la arquitecta municipal, Anna del Campo, que ofrecieron información detallada a los vecinos sobre la actuación que está previsto ejecutar.

Recientemente, presentaron el anteproyecto a la convocatoria de ayudas para actuaciones de conservación o enriquecimiento del Patrimonio Histórico Español, con cargo al Programa 2% Cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

Tal y como se plasma en el plan director, la zona fundacional está destinada a ser un espacio expositivo y de interpretación de la Real Fábrica y de la industria cerámica.

La intervención prevista, dotada con más de 4 millones de euros, intervendrá sobre la nave fundacional y el patio de este emblemático inmueble industrial.

La intervención prevista, dotada con más de 4 millones de euros, intervendrá sobre la nave fundacional y el patio de este emblemático inmueble industrial. / Javier Nomdedeu

Nave original

A través de este proyecto, pretenden recuperar el espacio original de la nave fundacional y su patio mediante una intervención de rehabilitación integral que abarcará la eliminación de elementos impropios que impiden la lectura de la configuración inicial del inmueble primitivo; la recuperación de los elementos originales; la delimitación real y física del inmueble que forma parte de la nave fundacional, el restablecimiento de la conexión original con el edificio de viviendas, la consolidación de los elementos estructurales, la recuperación de las fachadas originales, devolviendo su imagen original; y la intervención en las patologías detectadas en los elementos constructivos.

Además, plantean sacar a la luz el sótano que existe bajo la nave fundacional (patio este), actualmente rellenado y sellado.

Otra de las intervenciones planificadas contempla una excavación arqueológica para obtener los elementos, pavimentos y restos de muros originarios que han quedado enterrados tras la evolución del edificio, y dotarán a los espacios recuperados de condiciones de accesibilidad para que puedan ser visitados, con lo que se incrementará el valor del patrimonio que se acerca a la ciudadanía.

Desde el Ayuntamiento resaltan que la Real Fábrica es «un conjunto patrimonial cuya importancia sobrepasa la escala local». 

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La Real Fábrica de Loza y Porcelana, fundada en 1727 por el IX Conde de Aranda en l’Alcora, constituye uno de los episodios de mayor relevancia de la historia de la cerámica española.

A lo largo sus más de 200 años de actividad, la cerámica elaborada en ella evolucionó a la par que los gustos de su clientela, generando un amplio repertorio formal y ornamental; además, constantemente se incorporaron innovaciones tecnológicas que mejoraban el proceso productivo y la calidad de la obra acabada, y se ampliaron o remodelaron los espacios fabriles para adaptarlos a las cambiantes necesidades de la producción hasta alcanzar, a principios del siglo XIX, una superficie de más de 11.000 m², de los que aproximadamente 9.000 m² pasaron a propiedad municipal en 2017.

Se trata, pues, de un gran conjunto patrimonial, cuya importancia sobrepasa la escala local. Está declarado Bien de Interés Cultural desde mayo de 2019, y cuenta con un Plan Director que estudia de manera exhaustiva todo lo concerniente a su evolución histórica, conservación y propuestas de actuación futuras.

El inmueble está formado por diferentes construcciones y espacios abiertos que se alternan hasta configurar un conjunto industrial muy singular. Actualmente, una parte del mismo ya se encuentra rehabilitada y abierta al público, concretamente la nave de los hornos morunos de finales del siglo XVIII, con su edificio anexo, y nave industrial de Azulejos BIC, en uso entre las décadas de 1950 y 1980.