En cuestión de pocos meses, el Ayuntamiento de la Vall d’Uixó ha adjudicado varias obras importantes, valoradas en su conjunto en varios millones de euros. La última, financiada a través del pla Conviure de la Generalitat (fondos europeos) ha sido la rehabilitación de la Torre de Benissahat, con un presupuesto de adjudicación que ronda los 404.400 euros.
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Como establece el contrato que va a firmarse con la empresa local Arko 10 --que ya se encargó de la primera intervención realizada poco después de confirmarse la compra del edificio--, el proyecto se divide en dos fases. La primera deberá estar finalizada en el mes de mayo. La segunda «empezará a continuación», detalla la alcaldesa, Tania Baños, quien destaca que se trata de un proyecto «de innovación en la gestión patrimonial, para la dinamización de un inmueble reconocido como patrimonio del imaginario colectivo, como espacio social y cultural».
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La torre, que estuvo durante décadas en manos privadas, fue adquirida por el Ayuntamiento tras muchos años de intentos que no llegaron a concretarse, hasta ahora. Declarada Bien de Interés Cultural (BIC), va a convertirse en un centro de interpretación del Camí de l’Aigua, entre otras razones porque, como incide Baños, se encuentra en la plaça de l’Assumpció y es «un símbolo de las distintas civilizaciones que han forjado nuestra identidad».
En la primera parte de la intervención actuarán sobre los revestimientos, pavimentos y trasdosados del edificio, restaurarán los muros y reforzarán la estructura. La segunda fase incluye la aplicación de pavimentos, alicatados y trasdosados, mejorando las condiciones estabilidad y conservación de todos los elementos constructivos. Un aspecto que se tendrá especialmente en cuenta será «la integración paisajística de las actuaciones, evitando ocasionar un impacto visual sobre el entorno natural».
La alcaldesa remarca que este es un ejemplo más de que «los fondos europeos van a transformar en poco tiempo nuestra ciudad».
Avances en el Rosario Pérez
Aunque todavía quedan muchas jornadas de trabajo para completar la primera fase del proyecto, estos días se ha producido un hecho de importancia simbólica para el barrio Carbonaire de la Vall, el edificio central de su colegio, el CEIP Rosario Pérez, ya ha sido reducido a escombros.
El lunes 15 de diciembre, apenas unas horas después de la firma del acta de replanteo, la empresa construtora inició los trabajos de demolición, que en una semana presenta avances significativos. Incluida la retirada de escombros, esperan acabar en cuetión de un mes.