COMIENZA LA DEMOLICIÓN

El colegio Rosario Pérez de la Vall será historia en un mes

Este miércoles prohíben aparcar en una de las calles del barrio Carbonaire para facilitar el paso de la maquinaria pesada

El mismo día de la firma del acta de replanteo, este lunes, ya se iniciaron las primeras labores de derribo

La empresa constructora ha comenzado con el derribo del colegio CEIP Rosario Pérez.

La empresa constructora ha comenzado con el derribo del colegio CEIP Rosario Pérez. / RAFA PATÓN

El mismo día en el que se firmó el acta de replanteo, este lunes, la empresa contratada para acometer la reconstrucción del CEIP Rosario Pérez de la Vall d’Uixó inició los trabajos de derribo del actual colegio, aunque no será hasta este miércoles cuando acceda a la parcela la maquinaria pesada que acelerará la demolición del centro educativo del Carbonaire. Según las estimaciones de la constructora, esa primera fase estará completada en cuestión de un mes.

El tránsito de los vehículos especiales y de gran tonelaje por la Calle 1 del barrio ha llevado al Ayuntamiento a establecer un dispositivo especial de seguridad que va a limitar el aparcamiento durante unas horas. De acuerdo con la información facilitada por el consistorio y que ya se ha trasladado a los vecinos a través de las redes sociales municipales y en el mismo vial afectado, la prohibición se mantendrá entre las 7.00 y las 14.00 horas del miércoles, aunque solo en un lateral, el izquierdo en el sentido de subida hacia el colegio.

La ciudad asiste a un momento que podría considerarse histórico porque, en palabras de la alcaldesa, Tania Baños, «han sido 30 años de reivindicaciones», promesas e incluso algún proyecto que nunca llegó a ejecutarse. Ahora, con una inversión que supera los 5,6 millones de euros, «ya empieza a ser una realidad el nuevo Rosario Pérez».

Baños expone que «ha sido un proyecto muy costoso de sacar adelante, pero siempre ha sido una prioridad». Una vez superados los escollos administrativos de cualquier obra pública, el Ayuntamiento y la Generalitat se vieron ante la necesidad de echar atrás la delegación aprobada en el plan Edificant por el encarecimiento de la ejecución en prácticamente un millón de euros

El consistorio ha alquilado una parcela privada, que tuvo que acondicionar, para poder instalar las aulas prefabricadas en las que el centro desarrollará la actividad lectiva hasta finales del año 2025, y el montaje de barracones se retrasó varios meses. Con todo, «hemos planificado y coordinado muy bien los plazos para que fueran seguidos». De esta forma, se ha logrado que tras la recepción de los barracones, «se organizara el traslado y solo una semana después de la reactivación de las clases después de la Navidad, ya han empezado con el derribo». 

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