La playa Morro de Gos de Orpesa fue el escenario este domingo de la primera acción del programa sobre basuras marinas de la Fundación Azul Marino, en colaboración con el Ayuntamiento. La alcaldesa, Araceli de Moya, acompañada de las concejalas de Playas, Isabel Moya; y Daniel Alfredo, de Asuntos Sociales, iniciaron esta labor.
Además, la iniciativa contó con la participación de la Asociación de Empresarios Hosteleros de Orpesa, en su compromiso por jugar un papel activo en el cuidado del patrimonio natural del municipio.
El programa Residuo 0, lanzado por la Fundación Azul Marino, persigue implicar a la sociedad en la reducción de residuos marinos del entorno del LIC-ZEPA espacio marino Orpesa-Benicàssim. El plan contempla limpiezas técnicas y populares de playas, fondos marinos y basuras flotantes, así como de redes y aparejos de pesca abandonados.
«Queremos concienciar a toda la población de la importancia que tiene cuidar de nuestras playas y por ello vamos a apoyar todas las acciones que se nos propongan desde la Fundación Azul Marino, ya sea luchando contra los microplásticos o defendiendo la poseidonia», declaró de Moya.
La limpieza sirve de inicio a una serie de actividades programadas próximamente en la zona con motivo de la inauguración del centro de recuperación de fauna marina de Torre Bellver, cuyas obras están en la recta final.
Programa 'Residuo 0'
El plan Residuo 0 está dirigido a los vecinos, visitantes y colectivos de los municipios colindantes, así como a entidades que trabajan por la conservación del medio marino y administraciones públicas que desean establecer sinergias para este objetivo común.
Se estima que cada año acaban en los océanos entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas de plástico, generando un grave problema medioambiental que afecta a la cadena trófica y provoca problemas de ingestión y asfixia en muchas especies.
Así, el espacio natural LIC- ZEPA marino Orpesa-Benicàssim forma parte de la red Europa de espacios para la conservación de la biodiversidad Red Natura 2000, en la que hay especies de gran valor ecológico, como las praderas de posidonia, las de Cymodoceanodosa o el coral mediterráneo Cladocora caespitosa.
