Más de 8.000 jóvenes valencianos se quedan fuera del bono al alquiler por falta de presupuesto

La Generalitat ha gestionado 3.679 ayudas y prepara una nueva convocatoria en marzo con la que llegar a otras 4.000

Alberto y Carlos son dos jovenes que han pedido el bono joven del alquiler de la Generalitat Valenciana y se lo han denegado GERMAN CABALLERO

Alberto y Carlos son dos jovenes que han pedido el bono joven del alquiler de la Generalitat Valenciana y se lo han denegado GERMAN CABALLERO

Gonzalo Sánchez

Es el primer año que el bono joven para el alquiler recibe fondos del Gobierno, el año en que más ayudas se han tramitado y más rápido, el año donde se ha pagado más dinero a los beneficiarios... Y aún así el mayor presupuesto hasta la fecha no da ni para empezar ante el aluvión de solicitudes que llegaron a Conselleria de Vivienda.

El presupuesto que la Generalitat tenía para el bono joven al alquiler se ha quedado en 4.000 personas. Eso sí, es la primera vez que el bono se paga a dos años vista, así que la ayuda vale por dos. Pero los recursos se ha quedado cortísimos frente a la necesidad de una juventud cada vez más precaria.

Las cifras son estimadas. En total se presentaron 24.000 solicitudes para las ayudas al alquiler en toda la Generalitat Valenciana, el territorio más numeroso detrás de Madrid y Cataluña (40.000). De esas 24.000, vivienda estima que se quedan fuera (por no aportar los documentos o por no cumplir los requisitos) 12.000. Y de esas solo se han pagado 3.679 ayudas, aunque en un par de semanas se abonarán 240 más.

Es decir, que Conselleria reconoce que no ha podido pagar la ayuda a más de 8.000 jóvenes porque no había más dinero en la caja, así que se limitó a abonar el subsidio por orden de llegada, como decía la convocatoria. Por provincias, han pagado 1.369 bono en Alicante (por 7,9 millones), 527 en Castelló (por 2,9 millones) y 1.783 en la provincia de València (por 10.5 millones de euros).

Es poco, y aún así la Generalitat Valenciana es la autonomía que más rápido ha pagado las ayudas (en Madrid sigue esperando) y que más dinero ha destinado. El bono joven del Gobierno no ha tenido un gran impacto al final sobre la juventud española.

La parte positiva es que pronto habrá más dinero. El secretario autonómico de Vivienda, Alejandro Aguilar, confirma que el mes de marzo abrirán una nueva convocatoria con 22,8 millones de presupuesto con la que esperan llegar a otros 4.000 jóvenes más. A esta nueva convocatoria puede presentarse cualquiera, pero también se tendrán en cuenta los expedientes que se han quedado en cola. Aún así, pese al presupuesto extra, el dinero se queda corto para atender toda la demanda que existe para el bono.

El bono joven para el alquiler existe desde 2018 en la Generalitat, y este es el primer año que cuenta con presupuesto directamente del Gobierno. Entonces la ayuda llegó a 3.366 jóvenes, con un importe de 6.5 millones, en 2019 se pagaron 2.334 subsidios por 4.9 millones, en 2020 la ayuda llegó a 3.692 jóvenes por 8.3 millones y en 2021 se beneficiaron 3.590 jóvenes por 8.1 millones de euros. Este año la ayuda ha llegado a casi 4.000 jóvenes con un chute monetario de 22.8 millones. Es tanto porque ha subido la compensación y además es la primera vez que dan ayudas para dos años y no para uno solo.

Qué es y cómo pido el bono

El bono joven es una ayuda de hasta 250 euros para personas de 18 a 35 años. Puede pedirse para el alquiler de un piso o de una habitación. En el caso de las habitaciones, no puede superar los 300 euros al mes, y para los pisos el techo lo marca la zona en la cual se encuentra, y puede ir desde 420 euros como máximo en las zonas con alquileres más bajos hasta los 770 euros en las zonas con precios más altos (como València, por ejemplo). En las ciudades de Castelló y Alicante el tope es de 680 euros.

Las ayudas al alquiler ya existían en la Generalitat, pero este año se han fusionado con las que ha creado el Gobierno, con lo que la partida es mucho mayor y trae novedades. Los solicitantes deben trabajar o tener ingresos y que consten como titulares en el contrato de alquiler, además de estar empadronados.

En función de los jóvenes que compartan la vivienda el techo de renta es más o menos alto. Pero para una vivienda de dos jóvenes el máximo es 4 veces el IPREM (32.424 euros), y para tres personas o más de cinco veces, es decir, de 40.530 euros.

"No conozco amigos que lo hayan cobrado"

Carlos Martínez es uno de tantos jóvenes que no ha cobrado la ayuda al alquiler porque, según conselleria, no presentó toda la documentación que le requerían. Al igual que Alberto, ambos de 30 años. Viven en el barrio del Cabanyal, en València, y explican que la primera barrera para pedir el bono es la electrónica.

"A mí me parece una medida muy buena, pero cuando vas a pedirlo es súper complicado, aunque somos jóvenes y tenemos nociones de informática, pero te requiere muchísimo papeleo, y cuando lo envías te dice que está mal y tienes que volver a enviar todo de nuevo, hasta que al final te la deniegan diciéndote, de nuevo, que faltaba un papel", explica Alberto Ferrer.

Laura Vizcaíno, de 28 años, es otra de las personas que no ha cobrado el bono joven. Y eso que, como dice, "soy trabajadora social y me dedico a presentar miles de ayudas como esta". Según cuenta, para las personas que no estén familiarizadas con la administración, presentar la solicitud puede ser un proceso bastante farragoso. Añade que "hay muchísimas personas que conozco a la que le deniegan la ayuda con problemas con la documentación, al final tienes que presentar muchísimos papeles", cuenta. En su caso, no contestó a un SMS que le pedía más documentos y fue excluida de la ayuda.

Carlos y Alberto explican que "no conocemos a ninguna persona que haya cobrado la ayuda". Ambos fueron rechazados por la documentación, que fue distinta en cada uno según cuentan . A Carlos no le pidieron el padrón en esa vivienda para tramitar la ayuda pero a Alberto sí. "Prefiero que me digan que me he quedado fuera porque se han quedado sin presupuesto que no porque me falta algún papel", reivindica Martínez.

La ayuda marca unos topes máximos al alquiler para poder pedirla, unos "muy bajos" según Carlos y Alberto. "Nosotros sí que lo cumplimos, pero si yo me fuese este año a buscar un alquiler por València sé que por un piso como el que estoy ahora me pueden cobrar 900 euros fácil como están las cosas, creo que muchísimos pisos a estas alturas se quedan fuera", cuenta.

Jóvenes, trabajadores, y pobres

'Resignación' es la palabra que usa Carlos para definir el estado de la juventud. Alberto habla directamente de 'trabajadores pobres'. "Esque no te queda otra. Ahora mismo casi nadie se puede permitir comprar una casa, así que vas de cabeza al alquiler, y tienes que tragar. Yo pago casi la mitad de mi sueldo por un cuarto sin ascensor, y he sido yo el que lo ha aceptado porque me niego a seguir compartiendo piso con 30", denuncia Carlos.

"Te frustra mucho, ver que con 30 años y un trabajo estable no puedes permitirte vivir solo ¿Entonces para qué trabajas? Tienes que pasar por el aro porque no quieres volver con tus padres y compartir piso es inaguantable. Todo está fatal", reclama Alberto.

Para Carlos "el mercado de la vivienda ahora es salvaje. Me parece totalmente inaccesible a menos que, como yo, estés dispuesto a hacer una locura. Pero no solo los precios de las casas, sino las condiciones de vida que nos esperan a los jóvenes que aceptamos. Creo que mientras no haya unos límites y la gente pueda hacer lo que quiera con sus pisos seguirá siendo ciencia ficción acceder a una vivienda"

Ambos ven que el camino pasa porque "València se está convirtiendo en una pequeña Barcelona, cada año los precios suben más". Pese a todo señalan que "de momento no somos Madrid, ahí ya es una locura. Si ahora mismo a mí me ofrecieran trabajo allí sé que no podría alquilarme un piso de ninguna manera. Tendría que volver a compartir".