FINANCIACIÓN

El Consell se juega 300 millones con el techo de déficit que fijará el Gobierno

El Consell incluyó en sus presupuestos 2024 un déficit tres veces superior al comunicado a la UE

El president, Carlos Mazón, en su visita de este jueves al Puerto de Dénia.

El president, Carlos Mazón, en su visita de este jueves al Puerto de Dénia. / MEDITERRÁNEO

Mateo L. Belarte

La Comunitat Valenciana se juega mucho en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) convocado por el Ministerio de Hacienda para este lunes. Este foro es donde el Gobierno y los territorios debaten sobre presupuestos, impuestos y el mecanismo de distribución de recursos del Estado hacia las autonomías, entre otros. Es decir, el marco donde debe plantarse la semilla para la ansiada reforma del sistema de financiación o negociarse la posible condonación de parte de la deuda valenciana, por ejemplo. Pero antes, en el corto plazo, Moncloa fijará también la senda de estabilidad que impone a las comunidades y que puede conllevar un recorte de casi 300 millones de euros en las cuentas de la Generalitat para 2024.

El Gobierno suele convocar el CPFF en la segunda mitad de año precisamente para trasladar a los territorios los objetivos fiscales de techo de gasto y tasa de déficit. Dos datos fundamentales para que los Ejecutivos autonómicos puedan elaborar sus cuentas a partir de ellos, ya que topan la capacidad de desembolso y endeudamiento de cada administración de cara al siguiente ejercicio.

Interinidad del Gobierno

Sin embargo, la interinidad del Gobierno central por las elecciones de julio ha alterado los tiempos, impidiendo la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2024 y dejando, por tanto, a las comunidades sin indicadores de referencia oficiales a los que atenerse para cuadrar sus cuentas del ejercicio próximo. En el caso valenciano, el proyecto de ley ya ha sido aprobado por el Consell y está ahora en tramitación en las Corts pese a esa falta de información.

Moncloa y Bruselas

El Consell ha criticado esa opacidad reiteradamente, pero desde mitad de octubre tenía una pista de los límites de déficit que barajaba el Ministerio de Hacienda: el plan financiero remitido por Moncloa a Bruselas, en el que se fijó un desvío del -0,1% para las comunidades (estaba previsto el equilibrio presupuestario). Pero al no haber PGE de 2024 esa cifra no era oficial y el Ejecutivo de Carlos Mazón optó por ignorarla y aferrarse al límite de déficit de 2023 (0,3%), más laxo que el adelantado por el Gobierno a la Unión Europea y que por tanto, permitía a la Generalitat valenciana estirar algo sus presupuestos. La oposición denunció que esta y otras partidas eran «ficticias» por reflejar previsiones irreales.

En concreto, unos 290 millones de euros, las dos décimas que separan el 0,3% de déficit que contempla el Consell en las cuentas de 2024 del 0,1% que probablemente sea confirmado este lunes por el departamento que comanda María Jesús Montero como nuevo objetivo, tal como se comprometió ante la UE hace poco más de un mes.

Escenario incierto

De confirmarse el endurecimiento de las reglas fiscales se abriría un escenario algo incierto para la Generalitat. Fuentes de la Conselleria de Hacienda rechazan adelantar acontecimientos hasta que el Gobierno oficialice la nueva senda de estabilidad, este lunes.

Otras fuentes consultadas conocedoras del proceso señalan, sin embargo, que con toda probabilidad el Gobierno valenciano deberá recortar esos casi 300 millones de euros de su presupuesto, ya que de no hacerlo estaría contraviniendo una ley de rango superior como es la de los PGE y se enfrentaría incluso a un requerimiento del Ejecutivo central, si bien esta opción se reserva para aquellos casos muy flagrantes.

Las modificaciones presupuestarias podrían incorporarse con el ejercicio en marcha o incluso antes de su aprobación definitiva en las Corts, agregan las fuentes, si bien la segunda opción se antoja apresurada por el calendario. 

Si las cuentas no se aprueban antes del 31 de diciembre, se prorrogan las del anterior. Además, si se modifica la cuantía global, como sería el caso, la ley debería ser retirada e iniciar de nuevo su camino desde el Consell.

El PP en el Senado

Otra opción es que el Partido Popular aproveche su mayoría absoluta en el Senado y tumbe en esta cámara las reglas de estabilidad, impidiendo así su entrada en vigor y dando oxígeno a la Generalitat.

En cónclave financiero del lunes llega marcado por la necesidad de reformar un sistema obsoleto desde hace una década y por los pactos de investidura de Sánchez, entre ellos la quita de la deuda. Ninguno de estos puntos está en el orden del día, si bien los dirigentes autonómicos (Ruth Merino liderará la delegación valenciana) pueden poner temas encima de la mesa en su turno de preguntas.

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