Ampas y directores rechazan la educación obligatoria hasta los 18

El Consejo Escolar del Estado propone extender la educación obligatoria hasta los 18 años. Así se desprende del informe del órgano de participación de los sectores más ligados al mundo educativo para el año 2023. Ya lo propuso el año pasado en su apartado de «propuestas de mejora» como una forma de reducir el absentismo y el abandono escolar temprano.

Aunque es solo una propuesta, la comunidad educativa está en contra de la medida porque consideran que no es efectiva. La Confederación de Ampas Gonzalo Anaya explica que «esta medida aislada no soluciona ninguno de los problemas indicados en los informes de la OCDE o en otros estudios». Para las Ampa, «consideramos que el foco se tiene que poner en qué planes se aplican y con qué recursos podemos atender al alumnado con dificultades, de forma específica, para evitar el abandono y qué cambios se tienen que introducir al sistema educativo en general (reducir la sobrecarga lectiva o repensar planes de estudios y cómo se da la formación, que son medidas que inciden en el abandono escolar)».

Asun Pérez, directora de la Sección del IES Conselleria, trabaja con alumnado absentista y con problemas de conducta, y explica que la media «es absurda». «¿Para qué vas a tener a una persona que está claro que no quiere estudiar sentada en un pupitre dos años más? No sirve de nada», cuenta.

Alternativas a la ESO

Para Pérez, la clave para conseguir reconducir o salvar estos casos es darles alternativas. «La clave está en qué le ofrecemos a los chavales que no quieren estudiar. Es mejor que vayan a una FP Básica o aprendan un oficio que sí que les interese y les motive antes que dejen de venir a la escuela. Lo otro no soluciona nada», reivindica.

Esta medida es beneficiosa por dos razones. La primera es que la educación no sirve solo para aprender matemáticas o memorizar las capitales de Europa. «El papel de la educación para las aptitudes sociales, educar en valores y que los niños aprendan a comportarse en sociedad es fundamental. Por eso es clave que sigan yendo al instituto», mantiene.

La segunda razón es porque se les deja las puertas abiertas a retomar la ESO. «En el centro es algo que hacemos mucho. No puedes obligar a alguien que no quiere estudiar, en su lugar, le preguntamos qué le gusta y le buscamos un ciclo adecuado para él como peluquería, mecánica, estética o lo que sea. Esto les suele motivar mucho más, y ocurre que cuando acaban el ciclo descubren que quieren seguir estudiando. La clave es esa, darles alternativas y decirles que siempre tendrán las puertas abiertas para seguir estudiando. Eso a nosotros nos ha funcionado», cuenta la docente.

Subir el nivel de los jóvenes

Toni González Picornell es director de ADIES PV, la asociación de directores de secundaria valencianos. Considera que la medida tiene una gran parte positiva, y es que aumentaría el nivel formativo de la población teniendo en cuenta que «la adolescencia cada vez es más larga», explica el docente. «Con esta medida todo el mundo saldría con una FP o Bachillerato, o al menos ese es el planteamiento. Y considero que sería algo muy positivo porque está demostrado que el mercado laboral solo puede absorber al 10 % de las personas con el título de ESO», cuenta Picornell.

Pese a todo, el docente explica que no es una medida muy efectiva para evitar el abandono escolar, y apuesta por lo mismo que Pérez. «En nuestro IES con 14 o 15 años ya vamos ofreciendo determinadas formaciones a los jóvenes que vemos que no se adaptan a la ESO», asegura.

En ocasiones, entrar en este tipo de estudios más prácticos acaba siendo la clave para que se motiven y se reenganchen más tarde a la educación y no abandonen la secundaria.

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