Es uno de los problemas sanitarios endémicos que la pandemia del coronavirus ha acrecentado, aunque el objetivo es poder en la era postcovid aligerar las listas de espera quirúrgicas, abriendo más horas los quirófanos por las tardes y derivando a pacientes de la sanidad privada. En el caso de Castellón la remisión de enfermos al único hospital privado de la provincia, el Vithas Castellón, ha permitido en el último año, ya que el llamado plan de choque entró en vigor en junio del 2020, realizar 1.522 intervenciones de pacientes de la pública. Operaciones básicamente de oftalmología, como las cataratas, varices, cirugía general y traumatología. 

Estas cirugías tan solo tuvieron que paralizarse, como también pasó en los hospitales públicos, a principios de este año por la enorme presión asistencial provocada por la trágica tercera ola. 

De todos modos, aunque la demora sigue siendo demasiado elevada y casi dobla en algunos departamentos de salud a la registrada antes del estallido de la pandemia, los mecanismos para acelerar las operaciones han permitido en el mes de abril reducir la demora de forma considerable. Por ejemplo, en 61 días en el General de Castelló, el de referencia de la provincia, pasando de 173 a 112, así como en Vinaròs que pasa de 204 en marzo a 157 en abril, es decir, 46 menos.

La demora en la Plana se reduce solo de forma ligera hasta los 134 días, mientras se incrementa en el Provincial, con 177, siendo el hospital de la Comunitat con mayores retrasos quirúrgicos.

Menos pacientes

Además, se produce una paradoja, ahora hay menos pacientes en espera que antes de la pandemia. En febrero del 2020 había 7.712 castellonenses esperando a entrar en quirófano y ahora hay 6.770. Esto se produce en parte, gracias al plan de choque, ya que se derivan al Vithas cirugías de cataratas o varices que acumulan una larga demora.

Contratos covid

El hecho de que en los hospitales públicos se esté ahora operando mañana y tarde, gracias al llamado autoconcierto, es uno de los principales motivos esgrimidos por los sindicatos para denunciar el recorte de refuerzos covid en los hospitales, que son los que pierden más personal sanitario al mantenerse la totalidad de las plantillas en los centros de salud, a partir del próximo 1 de junio cuando entra en vigor la nueva planificación.