Entrevista

José Sacristán: "Soy melancólico pero pienso que hay que vivir la vida con la alegría conveniente cada día"

El actor representará 'Señora de rojo sobre fondo gris' en el Auditorium de Palma los días 25 y 26 de febrero

José Sacristán.

José Sacristán. / Joan Cortadellas

Montse Terrasa

José Sacristán (Madrid, 1937) vuelve a Palma de nuevo con la obra de teatro Señora de rojo sobre fondo gris, un texto de su amigo Miguel Delibes que lleva interpretando desde hace cinco años y con el que continuará de gira hasta diciembre. Los próximos días 25 y 26 de febrero subirá al escenario del Auditorium. La gira con este montaje finalizará en diciembre en Buenos Aires.

Regresa a Palma con una obra que le está dando muchas satisfacciones...

Muchísimas, satisfacciones que van más allá del disfrute o del éxito como actor, sino como ciudadano. Tuve el privilegio de conocer a Miguel Delibes, era amigo suyo, y siento como el deber cumplido de un homenaje de alguien tan importante en la vida de tantos españoles. Y sobre todo, satisfacción al comprobar la respuesta de la gente a esta propuesta, que es muy halagador.

¿Es usted, como el protagonista de la obra, una persona que revive los recuerdos?

Sí, tengo memoria, sí. Hay un dicho de mi amigo Luis García Montero, que utilizaba un término para reconocernos en ellos, que es el optimismo melancólico. Soy melancólico pero pienso que hay que vivir la vida con la alegría conveniente cada día, salir a librar la batalla de la dignidad, pero desde la memoria. Tengo muy presente de dónde y de quién vengo... Lo tengo muy presente, me ayuda a vivir.

"Lo que más me aterra es escuchar todavía ecos del tardofranquismo, para mí, muy preocupantes

La obra que representará en Palma destila mucho humanismo, emotividad, ¿eso casa bien con los tiempos actuales?

Sí, no son peores los tiempos de hoy en día en cuanto a la falta de humanismo, he conocido tiempos muchísimo peores que estos. Me hubiera gustado que a estas alturas disfrutáramos de otras cosas, no de la brutalidad de esta guerra de Ucrania, de los terremotos... No son, desde mi punto de vista, particularmente más ajenos o contrarios a los principios humanistas estos tiempos que otros que he conocido.

¿Lleva la cuenta de cuántas funciones de ‘Señora de rojo sobre fondo gris’ ha representado?

No, llevo cinco años, pero no llevo la cuenta de las funciones.

Ha afirmado que Delibes es no dejar de aprender a mirar. ¿Qué ha aprendido en estos cinco años?

Hay una manera permanente en Miguel de aproximarte al ser humano, desde una utilización de la palabra sencilla, de una inmediatez, de una forma tan simple y al mismo tiempo tan profunda. El aprendizaje es ni más ni menos saber conocernos, mirarte y mirar a los demás a través de, primero, una obra de una categoría literaria formidable, pero sobre todo de la honradez, de la pulcritud de la mirada de Miguel sobre nosotros mismos.

¿Qué tiene que tener un proyecto para que a usted le apetezca participar en él?

En este caso concreto, a mí me apasionó desde que se publicó la novela, porque la declaración de amor y de dolor de este hombre era realmente extraordinaria. El proyecto tiene que ser algo que se aproxime a mi manera de entender mi trabajo y en qué medida este trabajo puede ser de utilidad, aunque sea remota, a las personas que lo vean.

"Tengo gran confianza puesta en el Sumar de Yolanda Díaz

Además de esta obra ¿Qué otros proyectos tiene entre manos?

Si todo va bien, acabaríamos en Buenos Aires en diciembre y para comienzos del año que viene estaré con un texto de Juan Mayorga en La Abadía.

¿Y en cine?

Tengo una colaboración en una serie de televisión y una película con Rodrigo Cortés.

La obra transcurre en 1975, cuando muchas cosas estaban por hacer y se abría un horizonte de cambios...

Pues algo se ha ganado y también algo se ha perdido en el camino. Indudablemente, lo que más me aterra es todavía escuchar ecos del tardofranquismo, para mí, muy preocupantes. Pero creo que seremos capaces de corregir esta deriva de la extrema derecha... En fin, creo que vamos caminando, no se consiguen los objetivos o las metas que uno pensaba entonces que se debían alcanzar, pero no soy de los que piensan que vayamos a peor, ni muchísimo menos.

Últimamente se ha mostrado bastante crítico con la izquierda y estamos en año electoral. ¿Qué cree que va a pasar?

Pues no lo sé, ojalá la izquierda reaccione, reflexione, medite, corrija, corrija errores de improvisación, de impaciencia de malos aprendices por parte de algunos. Y tengo gran confianza puesta en el Sumar de Yolanda Díaz. Vamos a ver qué pasa, pero puede venir por ahí la solución a estas diferencias, precipitaciones y errores de una izquierda, a veces, más impaciente de lo debido.

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