Música

El día en el que Nino Bravo murió

La noticia sumió en la tristeza a miles de fans de España y América, donde era un ídolo

Nino Bravo.

Nino Bravo. / Martin J. Louis

Voro Contreras

El 3 de agosto de 1973 Nino Bravo hubiera cumplido 29 años y lo habría celebrado en plena gira de verano, la que le consolidaría como uno de los cantantes en español más populares de todo el mundo. Quizá ese día el músico valenciano hubiera soplado las velas de una tarta al acabar alguno de los muchos conciertos que había empezado a programar la primavera anterior, cuando le dijo a sus músicos que aprovecharan para estar con sus novias y esposas "porque después puede que no podáis pasar tanto tiempo con ellas".

Ese mismo año, Nino tenía previsto presentar su quinto disco, aquel para el que ya había grabado canciones tan espectaculares como 'América, América', dedicada al continente en el que ya era todo un ídolo y al que pensaba viajar en 1974. También planeaba actuaciones por varios países de Europa en los que estrenar las versiones en inglés y alemán de sus mayores éxitos; e incluso en Japón, de donde le habían llamado para cantar como estrella invitada del Festival Yamaha Music de Tokio, el Eurovisión de Oriente.

En 1973 Nino planeaba su quinto disco y actuar en Europa, américa e incluso Japón

Entre compromiso y compromiso, y entre viaje y viaje, quizá Nino habría tenido tiempo para escuchar las maquetas de jóvenes artistas valencianos cuyas carreras quería impulsar a través de su discográfica Brani, y para ultimar el diseño de esa discoteca retrofuturista que quería montar en València y cuya decoración se inspiraba en los relatos de Julio Verne, su escritor favorito.

Sí, el del 73 hubiera sido el gran verano en lo artístico y también en lo personal de Luis Manuel Ferri Llopis, o Manolito, como aún le llamaban algunos de sus íntimos. Su mujer Marie iba a tener a su segunda hija quizá en noviembre, una hermanita para la pequeña María Amparo. Y él incluso puede que se hubiera tomado un descanso para disfrutar de su familia en su flamante piso de la calle Bachiller de València, el que había comprado a principios de 1972, año en el que canciones como 'Libre', 'Noelia' o 'Un beso y una flor' ya le habían convertido en un ídolo de la música pop.

A las 12.15 uno de los miembros de Humo telefoneó a Suco: "Estoy en Madrid. Nino ha muerto"

Los últimos besos

el 16 de abril de 1973 el BMW 2.800 que conducía Nino Bravose salió de la carretera N-III a la altura de VillarrubioCuencaMadrid

Tal como recuerda Darío Ledesma, biógrafo del artista valenciano, en el libro Nino Bravo: voz y corazón, los cuatro ocupantes del BMW habían partido de València a las 07.30 horas de ese lunes de abril de hace ahora 50 años. La pequeña María Amparo dormía en la cuna cuando Nino le dio un beso de despedida en la mejilla. A Marie, su mujer, le prometió que le llamaría por teléfono cuando llegara a Madrid.

Muerte en la ambulancia

un despiste de su conductor
¡Bravo!, Nino

Agencia ATLAS / Foto: EFE

Pero la peor parte se la llevó Nino. Tras ser rescatado del interior del vehículo por otros conductores que habían presenciado el accidente, fue trasladado con un coche particular a la clínica de las Monjas de la Caridad de Tarancón. Allí no tenían el instrumental médico necesario para atender las graves heridas que había sufrido el artista, por lo que fue llevado en ambulancia a la Ciudad Sanitaria Francisco Franco de Madrid.

Junto a él iba Fernando, el cantante de Humo, en cuyos brazos Nino murió cuando alrededor de las 12.00 horas la ambulancia pasaba a la altura de Fuentidueña del Tajo. Al llegar al hospital, los médicos solo pudieron certificar el fallecimiento del intérprete de 'Libre'. Las últimas palabras que Nino consiguió decirle a Fernando antes de morir, según recoge Ledesma, fueron: "Llamad a Suco, llamad a Suco".

Muchos fans pasaron la noche en el cementerio para asistir al funeral. Participaron más de 10.000 personas

Llega la noticia

despertado abruptamente

Suco... soy Fernando... estoy en Madrid... Nino... Nino... ¡ha muerto!

Suco fue el encargado de transmitir la trágica noticia a la familia de Nino. Lo hizo, cuenta Ledesma en la biografía, a través de Manu Martínez, cuñado del artista. "Tuve que ir a casa de Nino, donde estaba mi hermana Marie, embarazada de dos meses, acompañada de la madre de Nino, doña Consuelo. Cuando me vieron entrar por la puerta… creo que solamente viéndome la cara... que cada uno que se imagine cómo fue el panorama. Fue una situación muy triste y dura para toda la familia", recordaba aún Manu muchos años después.

Impacto mundial

no tardó mucho en llegar a las emisoras de radio

"Recuerdo que llegué a mi casa de una gala, y Jesús Mariñas estaba al teléfono -contaba la cantante Cristina, compañera de Nino Bravo en el programa de Televisión Española 'Pasaporte a Dublín'-. Le dije: ‘Perdona corazón, que acabo de llegar de viaje, ahora mismo estaba dejando las maletas’. Él me contestó: ‘Pues menos mal que tú has llegado a tu destino, porque hay quien no ha llegado al suyo. Se ha matado Nino Bravo’".

A las 15:00 horas, miles de telespectadores sintonizaron las noticias de Televisión Española y quedaron impactados ante el sorprendente anuncio del presentador Pedro Macía: "El cantante valenciano Nino Bravo ha muerto esta mañana en un accidente de tráfico en las proximidades de Tarancón, cuando se dirigía a Madrid para realizar unas grabaciones". Ese mismo Lunes Santo de 1973 otras 13 personas se dejaron, como el cantante valenciano, la vida en las carreteras españolas.

El último viaje

su familia lloraba sin consueloDe no haber sido tan católica, mi madre no hubiera podido aguantar

No fue hasta las 15.00 horas del día siguiente, 17 de abril, cuando el furgón funerario con el cuerpo sin vida de Nino Bravo partía de Madrid con dirección al Cementerio General de València. Tras el furgón regresaban en otro vehículo Manu, Suco y los miembros del dúo Humo, que años después aún recordaban las muestras de afecto que les transmitían en los pueblos por los que pasaba la comitiva fúnebre.

Un beso y una flor

más de dos mil personas esperaban junto al Cementerio Municipal

"Finalizada la misa, cuando se abrieron tos puertas de la capilla para sacar el féretro, nuevamente el público se volcó materialmente para llevar el cuerpo de Nino Bravo", recogía la crónica del periódico Levante-EMV, del grupo Prensa Ibérica, que se publicó al día siguiente. "La policía municipal -continuaba- se vio en muchos momentos imposibilitada para contener a la gran muchedumbre que se había congregado en el Cementerio. Fuerzas de la Policía Armada tuvieron que intervenir para evitar desgracias y ordenar el traslado del cadáver".

A las 11 horas del 18 de abril, el ataúd con el cadáver era depositado en el nicho número 80 de la sección 7ª derecha del Cementerio Municipal de València. Antes, tal y como cuenta Darío Ledesma, Marie se acercó como pudo al féretro y lo beso varias veces. La esposa de Nino y su hermana Consuelo también depositaron una flor sobre la tapa del ataúd antes de que un empleado del cementerio cerrara definitivamente el nicho. Allí quedaba el cuerpo de Luis Manuel Ferri Llopis y allí nacía el mito de Nino Bravo.