Hermanos y residentes en Vila-real, su pasión por el club viene de lejos. Lo que comenzó como una afición, ha acabado por convertirlos, entre los aficionados, en los hermanos más conocidos de la provincia.

"Somos los caza-autógrafos, asegura Rafael García. Su pasión por el Submarino es tal, que ha prometido afeitarse la barba si el equipo llega a la final de la UEFA o se clasifica para la Champions. "Si lo consiguen, me corto el pelo y la barba", afirma.

MÁS APOYO Aunque ambos coinciden en que la afición está mucho más volcada ahora con el equipo, insisten en que, a su juicio, todavía no se hace lo suficiente para apoyar al club. "Con la situación en que está el equipo y el juego que hace, debería haber mucho más ambiente en las gradas. Ojalá la gente se anime a ir al campo y se llene", insiste Rafael. Su hermano Juan corrobora sus palabras: "Este año, el equipo va cada vez más para arriba y hay que llenar El Madrigal hasta los topes".

Aunque los dos han seguido la trayectoria del Submarino desde hace años, en su corazón aún tienen clavada una espina: no haber podido acompañar al Villarreal en sus viajes fuera de nuestras fronteras.