Villarreal y Betis disputarán mañana en el Madrigal un encuentro importante cara a las aspiraciones de ambos de acabar la temporada en los cuatro primeros puestos que dan derecho a disputar la próxima edición de la Liga de Campeones.

Los amarillos deberán estar especialmente atentos a las rápidas contras de los andaluces y a no cometer excesivas faltas en las inmediaciones de su área, dos circunstancias que el equipo de Serra Ferrer aprovecha a la perfección.

Allá por los años 70, el At. Madrid causó sensación en España y en Europa por un estilo de juego que dominaba a la perfección, como era el juego a la contra. Ahora, 30 años después, el Betis es la viva réplica de aquel equipo que tenía etiqueta de fútbol de denominación propia. Los de Serra Ferrer escenifican el manual perfecto de cómo llegar a la portería rival con pocos pases y fútbol vertical.

Es curioso, ya que para poder desarrollar este juego se necesita un buen lanzador, un jugador que reciba el cuero y le dé profundidad, sin retenerlo --un De la Peña, por ejemplo--, y el Betis no lo tiene. Es por ello que tiene más mérito la labor de los tres jugadores que ejecutan esta suerte con singular maestría: Joaquín, Edú y Oliveira.

El interior andaluz no está especialmente fino con la suerte del gol, tan sólo cuatro en Liga; en cambio, se está hinchando a dar asistencias a sus compañeros, 13. El caso de Oliveira es más que sorprendente. En el Valencia se lo quitaron de encima y ahora es uno de los mejores de la temporada. Él y Forlán son los dos delanteros que mejor interpretan el desmarque para definir. Oliveira está de dulce y todo lo hace a una gran velocidad y con gran precisión. Ya suma, entre Liga y Copa, 19 tantos y cuatro asistencias.

El complemento ideal de Joaquín y Oliveira es Edú. No es delantero nato, pero aporta muchos goles; no es extremo, pero sus diagonales crean mucho peligro. Sus 12 goles y cinco asistencias así lo atestiguan.

Y como tercera opción anotadora todavía queda el poderío del juego aéreo en ataque, ese que tan bien dominan los dos defensas centrales verdiblancos. Los cinco goles del internacional Juanito y los tres de Rivas significan una gran aportación en materia goleadora.

Se trata de dos futbolistas raciales y potentes físicamente, que saben imponerse a las defensas contrarias en sus incorporaciones al área en las jugadas a balón parado. Los dos, Juanito y Rivas, conforman el tercer arma letal de este Real Betis que atesora tanta variedad en lo que se refiere a soluciones para su ataque.

Si el juego del Betis se atasca, si no encuentra su línea de juego y el rival le cierra bien todos los espacios, a los verdiblancos les queda un segundo as en la manga. Ante este equipo, cometer una falta cerca del área propia es pecado mortal. Bueno, cerca o lejos, porque teniendo enfrente al brasileño Marcos Assun§ao hay que ponerse a rezar.

El centrocampista brasileño es una especie de Cañón Berta vestido de jugador de fútbol. Su ritual en el lanzamiento de los libres directos es digno de ver: una concentración máxima, mirada fija en el objetivo de la portería, talonamiento corto hacia atrás desde la posición del balón, escasa carrera y, finalmente, golpeo tremendo y preciso. Assun§ao totaliza esta temporada 11 goles y cinco asistencias entre las dos competiciones: Liga y Copa del Rey.