El Real Madrid encontró ayer un bálsamo para la delicada situación en la que le dejó el martes el Liverpool con un valioso triunfo en San Mamés, en un choque explosivo de principio a fin y que terminó con un espectacular 2-5.

El marcador fue diáfano a favor del conjunto blanco, pero los de Juande Ramos se lo tuvieron trabajar mucho, ya que, aunque se pusieron 0-2 (Robben y Heinze) a la media hora de juego, luego vieron como el Athletic les empataban a 2 antes del descanso (Heinze, en propia puerta y Llorente), estando en inferioridad numérica tras el 1-2.

En la segunda mitad, no obstante, los contraataques visitantes fueron letales una vez que Huntelaar puso el 2-3. De nuevo Huntelaar e Higuaín, de penalti, cerraron un marcador. El primer gol fue consecuencia de una primorosa acción del holandés, que terminó una espectacular galopada con un quiebro y un impresionante disparó al larguero.

Aumentó distancias el Madrid con un buen centro a balón parado de Sneijder que remató en plancha Heinze ante una defensa descolocada y sin barrera que impidiese el centro del holandés.

Encontró otra jugada el Athletic que le dio más vida aún. Un centro a balón parado de David López que remató Llorente y se le coló a Casillas entre las manos. Habían hecho lo más difícil los locales, pero nada más retornar de vestuarios, tras una primera mitad con 4 minutos de añadido, se le volvió a marchar de las manos lo que era un valioso empate tras ir 0-2 abajo y con un hombre menos desde el 1-2. Raúl encontró a Huntelaar y el holandés marcó su primer gol de la noche por donde nadie lo esperaba. Tocó a rebato el Athletic y provocó cuatro córner seguidos. Pero daban más miedo las contras del Madrid, que en una bien llevada por Robben puso el 2-4 otra vez con gol de Huntelaar.

Fue el principio del fin del partido, más abocado a una goleada blanca que a un nuevo acercamiento local dada la inferioridad numérica y el fútbol a la desesperada del Athletic. Y la goleada llegó tras un penalti de Iraola a Marcelo que marcó Higuaín.