Es el técnico más longevo de España en la actualidad en un banquillo en Primera División. Suma con esta su 5ª campaña como entrenador y líder del mejor Villarreal de la historia y no ha cambiado un ápice su forma de encabezar un proyecto cada vez más ambicioso y en el que está totalmente implicado. Manuel Pellegrini (Santiago de Chile, 16-09-1953) está satisfecho con los logros cosechados al frente de la nave amarilla, pero como autoexigente que es --así se define-- quiere que el Submarino siga agrandado su historia. El chileno repasa para Mediterráneo el devenir de una temporada en la que espera escribir otra exitosa página.

--Cuatro futbolistas del Villarreal con España. El Submarino está de moda...

--Sin duda, es el reconocimiento a la labor del todo el equipo. Senna, Capdevila y Cazorla están manteniendo el nivel con la selección y, ahora, Diego López ha obtenido la recompensa a su esfuerzo con su primera convocatoria. Esto refleja que estamos haciendo bien las cosas. Sin buenas actuaciones en los equipos, ningún jugador iría a su selección. Y en el Villarreal tenemos 10 internacionales.

--¿Cree que Diego López es el meta de moda es España?

--Tuvo que esperar su oportunidad la pasada campaña y la aprovechó. Y gracias a su esfuerzo y a la labor del equipo, que quedó 2°, Diego ha sido llamado por Del Bosque. Nadie se habría fijado en él si el Villarreal no hubiera sido subcampeón.

--¿Se identifica con el fútbol de la selección española?

--Sí, por supuesto. Es la selección que mejor fútbol practica. Verla jugar es disfrutar, por su propuesta por el trato de balón.

--En su opinión, ¿puede ganar España el Mundial 2010?

--Es difícil calibrar qué selección puede conquistar un Mundial. Muchas selecciones tienen grandes opciones, pero todo acaba decidiéndose por momentos puntuales. Para mí, España tiene todos los ingredientes idóneos para ser candidata a ganar el Mundial.

--A usted se le sitúa en muchos clubs o selecciones. ¿Dirigiría a España en un futuro?

--No. Esa no es mi idea de selección. Para mí, el seleccionador de cualquier combinado nacional debe ser nacido en el propio país. Por mi cabeza no pasa el dirigir a otra selección que no sea Chile.

--¿Cuándo le dirá "sí" a Chile?

--Ojalá algún día llegue la oportunidad de dirigir a Chile. Desde luego, es una etapa que tiene que aparecer en mi carrera deportiva como entrenador, pero que, por el momento, se me antoja lejana.

--¿Hasta dónde llega su horizonte con el Villarreal?

--De momento, hasta junio del 2010. Me gusta vivir del presente y de las realidades y, hasta la fecha, mis pensamientos no van más allá de lo que tengo firmado.

--¿Y si Roig le pide que sea su Ferguson o su Wenger? Porque le comparan con ambos.

--Es un orgullo que a uno le comparen con técnicos de tan dilatada trayectoria. Y por supuesto, sería un privilegio recibir una oferta así por parte del Villarreal y de su presidente. Porque tengan por seguro que el Villarreal es el club perfecto para trabajar y poder desarrollar un proyecto.

--¿Aceptaría un contrato a largo plazo o indefinido?

--Los contratos largos pueden ser irreales. El futuro se va viendo con el paso de los años. Desde luego, no firmaría un contrato de 10 años, porque si al tercero va algo mal, ¿qué pasaría? Eso sí, mi futuro irá ligado a la opinión de los dirigentes del Villarreal.

--Tras cinco años aquí se afirma que ha instaurado en España el Modelo Pellegrini, basado en la solidez, el criterio, el buen trato de balón-

--Es para estar satisfecho el haber conseguido plasmar una filosofía propia en un equipo y que todos nos identifiquen con ella. Fue mi primer objetivo cuando llegué. Muchos lo han intentado, pero sin éxito. En el Villarreal se ha apostado por un estilo de fútbol y todo se trabaja en torno a ella.

--Y los resultados están ahí.

--Eso es de lo que estoy más orgulloso. El fútbol es un espectáculo y mi primera premisa es jugar bien. Solo me voy a casa satisfecho cuando el equipo juega bien, gane o pierda. Y tengo claro que jugando bien es más fácil obtener resultados, y a la vista está.

--¿Cómo es capaz de acortar distancias con los grandes?

--A través del juego. Además, siempre me rijo por un principio de ambición, exigencia y trabajo. A mí nunca me verán efusivo tras una victoria, soy un inconformista. Mi propósito es transmitir ese inconformismo a la plantilla día a día, para así evitar la relajación.

--¡Es demasiado autoexigente con usted y los que le rodean!

--En el fútbol la relajación te puede condenar, y si uno debe afrontar proyectos ambiciosos debe ser autoexigente con todo el mundo, y más todavía conmigo mismo.

--Cada año sabe leer los momentos difíciles y saca a relucir su viveza táctica...

--No es bueno cerrarse y aferrarse a un único sistema. En el fútbol no es el sistema el que gana, sino el que gana es el jugador. Las variantes las marca el transcurrir de los partidos. Y mérito del entrenador es el saber tomar las decisiones adecuadas.

--¿Cómo manejó la crisis de juego y resultados tras la debacle ante el Poli Ejido?

--Solo hemos estado dos jornadas fuera de zona europea, por lo que nunca vi una crisis. Pero hay que tener los pies en el suelo. Hemos de ser conscientes de dónde estamos y los éxitos anteriores no deben ser una presión añadida.

--Pero supieron salir...

--En los malos momentos es donde debe aparecer el liderazgo de cada uno, y en el Villarreal ha quedado claro que hay gente para salir cuando vienen mal dadas.

--¿Qué opina del grupo humano con el que trabaja?

--La plantilla se merece todo mi respeto. En el Villarreal existe gran camaradería y compañerismo. El plantel está compuesto por líderes y gente ambiciosa.

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