Las escuelas viejas de la Vilavella fueron un clamor ayer a las 18.00 horas, cuando Alejandro Galindo dio inicio a su reto de correr 170 kilómetros de forma seguida en aproximadamente unas 30 horas, sin detenerse, con autosuficiencia y realizando gran parte del recorrido de noche. Familiares, amigos y vecinos de la población no quisieron perderse el momento de la salida.

Allí le dieron los últimos ánimos para que hoy pueda llevar a buen puerto su objetivo de unir los tres grandes senderos de largo recorrido de la provincia de Castellón: el GR-36 (la Vilavella-Montanejos, 65 km), una parte del GR-7 (Montanejos-Sant Joan de Penyagolosa, 40 km) y el GR-33 (Sant Joan de Penyagolosa-Castellón, 65 km), para poner el punto final a esta aventura en la rotonda del estadio Castalia.

Galindo está plenamente confiado en completar su reto de forma exitosa, como señaló momentos antes de salir. “Estoy preparado y esto es lo que me hace estar convencido de conseguirlo, además en el tiempo previsto o quizás menos”. De hacerlo, mejoraría el registro del vila-realense Juan Antonio Ruiz, que ha sido el único que lo ha intentado hasta la fecha y necesitó 37 horas.

También insistió antes de emprender la aventura que no contará con ningún tipo de ayuda: “Llevaré algo de comida y bebida, y cuando se termine entraré a los pueblos a comprar o buscaré agua por las fuentes. Quiero hacerlo solo y para imprevistos solo llevaré el móvil y un GPS”. Una luz iluminará su trayecto durante la noche, en la que tiene previsto hacer unos 100 km. H