La agónica y casi crítica situación del Castellón no es insólita en el dantesco panorama de la Segunda B, sino una gota más en el vaso a punto de colmarse de las deudas... aunque, en el caso albinegro, la más voluminosa, por el más de medio millón de euros en denuncias acumuladas ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) por parte de una veintena de sus afiliados.

De hecho, fuentes del sindicato de jugadores sostenían, esta misma semana, que el 75% de los clubs que han militado en la categoría en el ejercicio que ya agoniza, están en apuros. Dicho de otro modo, la AFE tiene, encima de su mesa, denuncias de futbolistas de ese porcentaje de equipos en un mes de junio que han calificado como extraordinario por el volumen de trabajo y por lo insólito de la multitud de expedientes, donde constan lo que debe cada entidad a cada jugador y en concepto de qué (mensualidades, pluses...).

Ahora, mientras la AFE repasa una por una cada denuncia, los clubs trabajan en un doble frente: encontrar dinero para liquidar las deudas y, a la vez, presentar alegaciones ante el sindicato por aquellas que considere incorrectas.

Tienen de plazo hasta este jueves porque, al día siguiente, la Comisión Mixta AFE-2ª B confeccionará el listado definitivo de clubs morosos. H