Toda la atención de esta cuarta jornada de Liga se centrará esta noche (22.00 horas, C+ 1) en el Madrigal. Allí, Villarreal y Madrid serán los dos últimos colíderes

--antes habrán disputado sus partidos Atlético y Barça-- en entrar en acción en un sábado que puede ser histórico para el club amarillo, que está dispuesto a dar la primera gran sorpresa de la Liga para mantenerse en lo más alto y, de paso, entrar en el selecto grupo de 21 equipos que alcanzan las 200 victorias en la máxima categoría, una marca que el Submarino tiene ya al alcance con tan solo 13 temporadas en la élite.

Los ecos de los dos centenares de triunfos se verían amplificados por la entidad del rival. El nuevo Real Madrid de Ancelotti no ha escatimado esfuerzos para poner fin esta temporada a la supremacía azulgrana, tras el fallido intento de Mourinho en sus tres años en los que estuvo al frente de los galácticos. Pese a los numerosos contratiempos de varias de sus piezas clave en esta semana de fechas FIFA, el Madrid llega casi al completo a Vila-real. Estará Cristiano Ronaldo, Isco y también el hombre de los 100 millones de euros, Bale, que debutará en el fútbol español ante los amarillos. Solo las bajas en defensa --Ancelotti se queda prácticamente sin laterales tras la baja de última hora de Arbeloa, que se une a Marcelo y Coentrao-- trastocan los planes de Carleto, más preocupado por apagar el fuego provocado por la suplencia de Casillas --Diego López seguirá bajo los palos-- que por el Villarreal.

Allá él. Al Submarino no le va mal afrontar el choque con el papel de actor secundario. El factor sorpresa puede ser el gran aliado de los de Marcelino, que pretenden ser fieles al estilo que les ha llevado a hacer pleno de puntos en las tres jornadas de Liga que se llevan disputadas. El técnico solo vislumbra pequeños retoques que desvelará minutos antes del encuentro en un Madrigal lleno, con 25.000 espectadores que insuflarán oxígeno cuando las cosas se pongan más complicadas.

POCOS INTERROGANTES // Las dudas del Villarreal se centran en el centro del campo y en el ataque, ya que Marcelino deberá decidir entre mantener a Trigueros o dar más empaque físico con el retorno de Pina como acompañante de Bruno. Arriba, Gio parece fijo tras regresar de los partidos con su selección sin lastres físicos. A su lado, el preparador amarillo debe apostar por la velocidad de Jonathan, el oportunismo de Perbet o la insistencia de Uche. En su cabeza está la fórmula de la victoria 200 del Submarino y la tercera ante el Real Madrid. H