3cumplida la media hora, el Villarreal había rematado nueve veces y el Barcelona una, pero el marcador era 0-1. A los 2 minutos, la pelota le llegó a Messi, que parecía sestear junto a la banda, pero su pase diagonal destrozó el mal achique de los amarillos.

3neymar anotó, y eso fue todo lo de un Barça vulgar, con un juego vacío de contenido y preñado de sosería. El Submarino mostró capacidad de rebeldía ante el contratiempo, encajó bien el golpe y se recuperó sin tratar de volverse loco.

3agarrado a un elevado espíritu de equipo y a su buen orden colectivo, añadió un buen tránsito de balón, sin precipitarse, y pisó el área rival con facilidad pasmosa, se hartó de rematar, pero sin ver puerta.

3nunca sufrió porque al Barcelona le interesó ser más dueño del resultado que del partido, sin más plan que dársela a Messi a ver que pasaba. Iniesta diluido, Rafinha voluntarioso y Busquets en pésimo estado de forma, el mediocampo catalán era totalmente inexpresivo.

3sus atacantes estuvieron aislados y bien controlados; los de Marcelino supieron condicionar al rival las líneas de circulación del balón, ofrecieron pasajes de buen fútbol y merecieron más por juego y ocasiones.

3la lectura era clara: el Villarreal había sido metáfora ante el gol y el Barça realismo; esa era la única diferencia hasta que los méritos encontraron premio: Jonathan empataba. Había partido.

3tras el reposo, el visitante no rehabilitó su paupérrima imagen a la par que los amarillos ganaban en confianza y crecimiento.Los amarillos jugaban sonriendo; a su buena dinámica grupal sumaba riqueza y posesiones de calidad generando sociedades.

3dominó claramente a un rival agazapado, rácano, sin recursos ni alma, que cuando tenía la pelota --muy poco-- no sabía hacia dónde dirigirse. Pero los de Luis Enrique sobrevivieron a un bombardeo de imprecisión.

3marcelino fue a meter un jugador diferencial en ataque, pero la entrada Gio se solapó con la entrada de Pina a Neymar. Dura, desproporcionada y excesiva. Justa expulsión. A raíz de esa jugada, el partido se agotó.

3haciendo un sobresfuerzo e intentando sobreponerse al intenso desgaste, sacó fuerzas de flaqueza para intentar ir arriba, pero dejó a su espalda espacios vírgenes que el Barça supo explotar. Marcaron Suárez y Neymar, y a ver a quien le explicas ahora con 1-3 que ganó el peor. H