El drama del descenso se cobró sus dos últimas víctimas en una jornada final de infarto. El dolor, las lágrimas, la euforia y el alivio se mezclaron a partes iguales entre salvados y descendidos. La moneda de la permanencia salió cruz para Eibar y Almería, los dos únicos equipos que no dependían de sí mismos para salvarse.

La gloria fue para Deportivo y Granada que se libraron del descenso con sendos empates. Los gallegos no se dieron por vencidos en casa del campeón --que celebraba la despedida de Xavi del club-- después de ver como el Barça ponía tierra de por medio (2-0, ambos goles de Messi) y reaccionaron con valentía con dos goles (Lucas y Salomao) que certificaron la salvación y condenaron al Eibar, pese a su victoria 3-0 en Ipurua. El preparador vasco, Garitano, anunció su dimisión tras el partido: “Se acaba un ciclo. Un entrenador que baja no puede continuar”. El descenso es un viaje de ida y vuelta para el Eibar y el Córdoba, que vuelven a la categoría de plata solo un año después de aterrizar en Primera División.

Mientras, en Granada una multitudinaria invasión de campo puso fin al armisticio que firmaron el equipo local y el Atlético. Los marcadores en los otros duelos servían a los dos conjuntos para alcanzar sus objetivos, la permanencia y la plaza directa para la fase de grupos de la próxima Champions, respectivamente. “Era puerta grande o enfermería y hemos logrado la puerta grande”, comentó Sandoval, técnico del Granada que por el momento no tiene asegurada la continuidad. H