Restan cinco carreras y Lewis Hamilton aventaja ya en 50 puntos a Sebastian Vettel. Es una diferencia como para pensar en el quinto título para el inglés, sobre todo, después de ver cómo machacó la moral de su gran rival con un genial adelantamiento en una pista donde rebasar a otro coche es realmente difícil. El Mercedes ha mejorado, Hamilton conduce en estado de gracia y Vettel tiene la moral a cero y el ánimo destrozado. No es una situación como para pensar en remontar la distancia de dos victorias en solo cinco carreras. Sí, Hamilton puede ir pensando en la corona tras sumar su victoria nº 70, octava de la temporada y quinta en las seis últimas citas.

Es también tetracampeón del mundo, pero Vettel parece este año un muñeco de trapo en manos de Hamilton. El alemán tenía la ventaja de los rebufos en la salida, un kilómetro de aceleración a fondo hasta la primera frenada, donde salir tercero suele ser mejor que arrancar segundo a tenor de lo sucedido en las cuatro ediciones anteriores, pero Hamilton se defendió con más valor que pericia: fue el primer golpe directo al mentón del líder de Ferrari.

MANIOBRA // El segundo llegó con la estrategia. Los ingenieros de Hamilton decidieron que el inglés podía jugar al overcut para adelantar a Bottas, es decir, reservarse neumáticos para correr el máximo cuando Bottas entrara a cambiar ruedas en la única parada prevista en esta carrera. Pero en Ferrari vieron la oportunidad y mandaron entrar a Vettel para apostar por undercut sobre Hamilton, es decir, entrar unas vueltas antes para aprovechar la velocidad de los neumáticos nuevos. Y Ferrari ganó la partida de ajedrez porque Hamilton, el último en parar, regresó a pista por detrás de Vettel. Pero las aspiraciones de la escuadra italiana duraron una vuelta. Hamilton se echó encima de Vettel enseguida. No le dio tiempo a pensar, casi ni a respirar. El alemán tapó de forma ilegal y peligrosa el interior de la curva dos. «Él se ha movido hacia fuera y luego contra el interior, en una doble maniobra. Libré de milagro el muro, fue muy peligroso…», explicó el inglés, que lo esquivó y lo pasó por donde menos se esperaba, por el exterior sucio y lleno de polvo de la curva tres. Tremendo. KO rotundo sobre Vettel, que lleva tambaleándose por la lona media temporada. «Pude cerrarle la primera curva, pero no le vi llegar después», confirmó Vettel.

DON VALTTERI O EL SEÑOR BOTAS // Mercedes no dudó en ejecutar órdenes de equipo. «Valtteri deja pasar a Lewis en la curva 2», dijeron por radio al finlandés. Por mucho que Bottas protestara algo, sabe muy bien cuál es su papel en este equipo. «Ya sé que es un día difícil para ti, hablaremos después de la carrera», le añadieron a través de la radio. Hamilton no celebró a lo grande el triunfo: simplemente se fue hacia Bottas para agradecerle el gesto.

Bottas no es Hamilton, es un piloto segundón, un buen escudero. Tampoco es Verstappen (ayer celebró su 21 cumpleaños sabiendo que el año que viene conducirá un Ferrari) ni Ricciardo, que llegaron a la quinta y la sexta plaza después de remontar desde la última fila. Fernando Alonso llevó su torpe y lento McLaren al 14º puesto y Carlos Sainz, con problemas en el coche, fue 17º.