Seis jornadas, 12 puntos. El Castellón, siguiendo el pie de la letra la media inglesa, regresa a zona de play-off, a un punto del triunvirato de cabeza (Andorra, Villarreal B, Lleida). Los dos delanteros, David Cubillas y César Díaz, resolvieron el partido trampa ante el colista, un Badalona en el que muchos vieron al Castellón de la primera vuelta del pasado ejercicio. Pero eso es pasado; ahora toca disfrutar de un equipo camaleónico, capaz de manejar diversos registros futbol, aunque de tanto en tanto le hace falta un toque de atención, ya sea de su entrenador o, ayer mismo, en forma de peligroso 2-1.

No es la cuarta plantilla más cara --lo económico siempre suele ser el mejor baremo a la hora de comparar a equipos-- y, como bien ha recordado Óscar Cano, muchos de sus jugadores están en el Castellón porque no han tenido mejores ofertas. Hay futbolistas que han descendido varias veces, otros fueron cortados en filiales, algunos han ido dando tumbos... Pero están aquí, en el Castellón, cuartos. ¿Es todavía pronto para decir que la aspiración ya no es una simple y llana permanencia? Promoción son palabras mayores, pero una holgada salvación parece bastante factible, habiendo recorrido ya la cuarta parte del trayecto hacia los 45 puntos que garantizan seguir otro año en la categoría.

Cubillas inauguró la fiesta y César Díaz la terminó de animar, con el tanto del Badalona intercalado. El Castellón jugó a ráfagas, a veces incluso sobrado, con una desenvoltura inconcebible hace unos meses, pero es lo que dan los puntos, las victorias. ¡Qué más da, si gana y divierte!

PALABRAS Y ALINEACIÓN // La regañina de Cano del viernes fue, según la alineación, más un toque de atención que un verdadero correctivo a su vestuario. El granadino sacó el mismo once de las tres primeras jornadas, salvo la obligada desaparición de Paco Regalón, relevado por su sustituto natural, Héctor Verdés. Es decir, Javi Serra, titular en Sant Adrià de Besòs, dejó su sitio a Jorge Fernández. El resto, los mismos.

Mucho tiene que ver el fútbol, como en la vida misma, los estados de ánimo. No fue el Badalona, colista con un solo punto y un solo gol a favor, un conjunto timorato o encogido. Aunque ha cambiado de arriba a abajo (17 fichajes en verano), no tiene un equipo con cuatro cañas. Suyo fue el primer tiro a puerta (Marc Carbó, desde la media distancia, seguro paró abajo Álvaro Campos), además de una mayor posesión. Además, se jugaba más en terreno propio que de ajeno. El Castellón, a lo suyo, amparado por verse liberado de las urgencias.

El 1-0 llegó sin merecerlo, en el primer remate, en el primer ataque como tal, en la primera vez que los albinegros pisaban el área visitante. David Cubillas huyó del marcaje y Rubén Díez le detectó. ¡La de veces que el 9 habrá rematado con éxito ese tipo de acciones! Testarazo académico, marcando los tiempos, dándole potencia y colocación, lejos del alcance de José Miguel Morales, camino del minuto 12.

Los veteranos del Badalona, que tiene unos cuantos (entre ellos, su portero: casi 43 años a sus espaldas), mientras Castalia celebraba el gol, trataban, con palabras y aspavientos, levantar la moral de los suyos. Así lo lograron, porque Campos mantuvo a buen recaudo la ventaja en una internada de Robert Simón, que se escapó por el carril de Víctor García. Pablo Pallarés, a la media hora, también tuvo su oportunidad. Chema Moreno firmó otro pequeño sobresalto, que no fue a mayores por el oficio de Eneko Satrústegui. Cris Montes puso fin a una jugada interminable, con el balón sobrevolando el área perennemente… y el partido consumió su primera mitad.

OTRA RÁFAGA // El Castellón continuaba jugando con el Badalona. Cerradito, porque atrás hay un porterazo, dos grandes centrales, un equipo solidario… Con todo, ahí estaba la victoria, sobre el alambre. Hasta que otro fogonazo, el chispazo de la conexión de Jorge Fernández que deja a César Díaz solo ante Morales (eso sí, fundamental el extraordinario control orientado,) para poner tierra de por medio en el sexto minuto de la reanudación.

Jolgorio en la grada... y relajación en el césped. Una acción mal defendida, con varios rebotes, permitió que, en el área pequeña, Chema Moreno, a falta de 30 minutos exactos, dejara las cosas igual que estaban antes del 2-0 del manchego, quien, en una primera acometida, marró el 3-1 en una acción similar a la anterior, incluso tal vez más sencilla, ya que su posición era más centrada y el guardameta barcelonés estaba un tanto vencido, aunque no lo suficiente como para que el 12 le superase de nuevo.

Está claro que al Rooney de La Mancha le van las cosas complicadas. La contienda estaba peligrosamente abierta hasta que César Díaz tiró el enésimo desmarque; poco ángulo para el remate, pero lo probó, repelió Morales y el acrobático rechace posterior acabó entrando por un resquicio. Ahora sí, el encuentro estaba visto para sentencia (min. 79).

TODO EL PESCADO VENDIDO // Si había dudas, si alguien pensaba que el Badalona iba a poder levantarse esta vez, su frustración, plasmada en la segunda amarilla, muy bien ganada a pulso, por su lateral derecho Iván Malón, convirtió el tramo final del envite en una fiesta en Castalia, cuyo clímax fue el anhelado regreso de Jairo Cárcaba en lugar de César Díaz, con los 13.000 espectadores rendidos a sus pies.

No hizo más sangre el Castellón, ni tampoco los barceloneses pusieron de su parte para discutir el contundente triunfo de los albinegros, que lo coloca con los más guapos de su clase, sin el dinero ni atractivo tal vez de Andorra, Villarreal B o Lleida, aunque ligando victorias, amarrando puntos… y haciendo disfrutar, de puro gozo, a Castalia.