Desde el punto de vista meramente de los resultados, el triunfo de España en esta Copa Davis se debe a Rafa Nadal, que ha conseguido ocho victorias (cinco en partidos individuales y tres en dobles) sin los cuales, seguramente, la Armada no habría pasado de la fase de grupos. Pero todo lo vivido con Roberto Bautista, su lección de vida, ha dotado a esta gran victoria del deporte español de un aura especial.

Era tal la alegría de Bautista, que la sensación de plenitud era superior a la de la tristeza o la nostalgia por haber sufrido el fallecimiento de su padre en plena competición. Con cinco de las seis Ensaladeras de España en su vitrina, el vigente número uno del mundo lloraba mientras escuchaba el breve parlamento del castellonense. No tanto por la emoción del triunfo, como reconoció, sino por las vicisitudes sufridas por su compañero.

«He ganado los ocho partidos, sí, pero la persona que ha sido vital es Roberto», señaló Nadal. «Lo que ha hecho es inhumano, no es de este planeta», dijo, admirado por la entereza de su compañero, que se reincorporó al equipo el sábado. «Es un ejemplo para el resto de mi vida», constató.

Una cuajada en un bar // Bautista regresaba a Madrid desde Castelló, anteayer, cuando recibió una llamada en un bar de carretera. Se estaba tomando una cuajada. Un miembro del equipo le comentó: «Granollers y Carreño están tocados. ¿Estás para jugar?».

Bautista recobró la entereza, superó el dolor y se plantó en la Caja Mágica. Y sus compañeros volaron con él, empujados por una fuerza extraordinaria. Lo último en lo que pensaba, era jugar, pero ayer por la mañana dio el sí al capitán Sergi Bruguera.

«Pablo [Carreño] se lesionó en el individual y Marcel [Granollers], en la espalda», corroboró el manacorense. «Yo he aguantado, pero sabiendo que en esta pista para mí es un riesgo», destacó finalizó Nadal, cuyo titánico esfuerzo ha servido, a su vez, de estímulo a sus compañeros, como también señalaba Bautista.

En ese sentido, el balear profundizó en qué puede ser de España, en un futuro cada vez más cercano, en esta competición: «Tenemos una edad y necesitamos un relevo». «Por suerte estamos ganando, pero confiamos en los jóvenes que vienen, porque a nosotros se nos va acabando la vida deportiva», recalcó. «Hay que confiar que España saque jugadores», deseó Nadal (33 años).

LO DEJA // Uno que lo deja es Feliciano López, que escribe un gran epílogo a su carrera. El toledano ha decidido retirarse, cumplidos los 38 años, tras aportar con Nadal el punto definitivo al ganar el doble de la semifinal, el sábado contra Gran Bretaña. «No dan ganas de retirarse después de lo vivido esta semana», confesó.