La Liga se enfrenta a una situación completamente inesperada e inédita tras la irrupción de la crisis del coronavirus, que ha paralizado por completo toda actividad no solo en el fútbol, sino en todas las disciplinas deportivas. La competición se ha detenido cuando apenas se han sobrepasado dos tercios del calendario y restan 11 fechas, las decisivas para ya no solo el título, ahora mismo en una cerrada lucha entre Madrid y Barça, sino también el resto de objetivos, las plazas europeas y las de descenso a Segunda División.

En lo que respecta al Villarreal, en la actual tesitura la única situación que podría permitirle volver a las competiciones continentales la próxima campaña —siempre con el permiso del covid-19— sería que se pudiera retomar la Liga, total o parcialmente, para recuperar los siete puntos que ahora le separan de la 6ª plaza. Cualquier otro escenario deja imposible para los de Calleja el objetivo.

La papeleta la tienen encima de la mesa LaLiga y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para dilucidar cómo se resuelve esta Liga 2019/2020 que por motivos extradeportivos ya ha pasado a la historia. La suspensión del torneo a falta de 11 jornadas es una situación completamente nueva. También para una RFEF que en su reglamento general sí contempla esta posibilidad —«en caso de fuerza mayor o circunstancias excepcionales, la RFEF podrá suspender total o parcialmente las competiciones», reza el artículo 188— pero no así el sistema de repartir los premios y descensos una vez llegados a un punto de inviabilidad a la hora de poder retomar la normalidad.

Los 15 días de aplazamiento de LaLiga parece que van a quedar cortos y habrá obligación de decidir soluciones alternativas. Tampoco ayuda la escasez de precedentes. A finales del pasado año la liga chilena se tuvo que paralizar por la inestabilidad social a falta de seis partidos. Su federación eligió campeón, el líder en el momento de la suspensión (Universidad Católica), pero dejó sin efectos descensos y consiguientes ascensos. La resolución en el fútbol español pasa por el acuerdo entre LaLiga y la RFEF, con sus presidentes, Tebas y Rubiales. En caso de que el entente entre ambos fuera imposible el Reglamento General deja la solución final en manos del responsable de la RFEF.

El modelo alemán

Los responsables del fútbol español estarán pendientes de lo que se estudie en otras ligas de primer nivel, como la Bundesliga, que estaría perfilando un escenario de suspensión definitiva dando el título al actual líder, el Bayern, anulando los descensos y permitiendo cuatro ascensos a la máxima categoría, para volver a regularizar el número de equipos en sus primeras categorías ya en el ejercicio 2021/2022.