Nunca es fácil sobreponerse a varapalos tan duros como el sufrido por el Villarreal CF el pasado viernes. En una temporada en la que el club se había mostrado más ambicioso que nunca, al igual que el cuerpo técnico que encabeza Unai Emery y la totalidad de la plantilla, y donde se contemplaba la Copa del Rey como una de las posibilidades más reales, el hecho de quedar apeado en cuartos de final y de la forma en la que sucedió, dejó minada la moral de un equipo que, pese a ello, desde ayer hizo borrón y cuenta nueva.

El tanto del levantinista Roger Martí en el último minuto del descuento de la prórroga, que privó al Submarino amarillo de alcanzar las semifinales, tras haber realizado un gran partido y ser muy superior al combinado granota, ha dolido a un grupo humano que, pese a ello, quiere salir más fortalecido si cabe de esta enorme decepción. Y desde ayer mismo, la plantilla y técnicos se pusieron manos a la obra. Toca levantarse, volver a sonreír y demostrar de qué pasta está hecho un equipo con mimbres para seguir dando guerra tato en LaLiga como en la Europa League.

El aspecto psicológico

La personalidad debe salir a relucir ahora

Cierto es que la moral del vestuario amarillo se ha visto minada progresivamente. El penalti fallado por Paco Alcácer en el descuento del partido liguero ante el Granada y el gol encajado de manos de la Real Sociedad también en el descuento, ambos en el Estadio de la Cerámica, han privado de cuatro puntos, ya que solo se pudieron sumar sendos empates.

Si a ello se le suma lo sucedido en Copa del Rey en el Ciutat de València, lo más lógico es pensar que el equipo, más que falta de frescura física, lo que le sucede en los minutos finales es cansancio mental, que en el fútbol es tan importante como el tema físico.

Emery es consciente de ello y, por dicho motivo, va a trabajar estos días en recuperar al equipo, además del apartado netamente físico, del tema mental, ya que no podemos olvidar que en esta temporada, por culpa del coronavirus, el Submarino está sufriendo una saturación de partidos, lo que afecta tanto a las piernas de los jugadores como a sus mentes.

Primer objetivo

Recuperar la senda del triunfo, la premisa

Para conseguir superar ese bache mental, en el fútbol no hay mejor medicina que ganar. Es el antídoto perfecto, el que borra todos los males de una tacada. Y Emery lo sabe. Por dicho motivo, tanto ayer como hoy, e incluso en la charla de mañana, va a mentalizar a los suyos en que se suelten, se liberen y jueguen como mejor saben, porque ganar al Elche en el Martínez Valero (sábado, 18.30 horas) es la primera premisa para enderezar el rumbo de la nave grogueta.

Misma ambición

Pelear en LaLiga y en Europa por lo máximo

Una vez conseguido el triunfo, es decir, cuando se logre romper esa barrera psicológica tras tres empates consecutivos en Liga (Huesca, Granada y Real), el Villarreal volverá a centrarse en los objetivos que tiene marcados desde el inicio de ejercicio: pelear en Liga por plazas europeas, buscando quedar lo más arriba posible, mientras que en Europa League, que en dos semanas se mide al Salzburgo en dieciseisavos, intentar, por qué no, disputar la anhelada final.