LaLiga pasa del Villarreal y le ningunea. El único representante español en una final europea tendrá que jugar 90 minutos a cara de perro ante el Real Madrid solo tres días antes de enfrentarse al Manchester United en Gdansk. Una falta de respeto al Villarreal por parte de la patronal y un agravio comparativo respecto a otros finalistas europeos durante la última década, cuyas fechas de los partidos se cambiaron para otorgarles más descanso para preparar la final continental.

Pero lo más grave es que LaLiga anunció, pocos minutos después de la conclusión de la jornada, el cambio de fecha y de hora de cuatro encuentros, todos ellos señalados en horario unificado el domingo y que se han anticipado al viernes (Levante-Cádiz) y tres al sábado (Eibar-Barça, Granada-Getafe y Sevilla-Alavés), todos intrascendentes, y ha mantenido los encuentros en los que hay algo en disputa el domingo, entre ellos el Real Madrid-Villarreal, enmarcado en la lucha por el título y en la pugna por los puestos de Europa League.

Solo unos minutos después de que Emery volviera a pedir que se hiciera justicia con el Villarreal solicitando que se adelantara el partido al sábado, en la rueda de prensa posterior al Villarreal-Sevilla que concluyó con victoria por 4-0 del Submarino. Ya lo había hecho en la previa al partido contra el conjunto andaluz. La respuesta de LaLiga suena a chiste de humor negro y a una tomadura de pelo para el Villarreal. ¿Qué hubiera sido si el finalista europeo hubiera sido el Real Madrid, Barcelona o el mismo Atlético? Los antecedentes resuelven la texitura: se hubiera cambiado la fecha.

El club que preside Fernando Roig, según pudo constatar Mediterráneo, había solicitado el pasado jueves que el partido ante el Real Madrid se cambiara de día para que los jugadores del Villarreal pudieran tener un día más de descanso cara a la final. Hay que tener en cuenta que el partido contra el conjunto merengue es muy importante para el Submarino, que pugna con Betis y Real Sociedad por un puesto en la Europa League y necesita ganar o empatar, dependiendo de los resultados de sus rivales, aunque no depende de sí mismo para ser quinto o sexto ante de la final de Gdansk.

Lo más triste del caso es que el ninguneo y la falta de respeto al Villarreal viene motivado por hacer prevalecer el criterio de audiencias televisivas en lugar del deportivo. Entre los acuerdos firmados por los derechos televisivos de LaLiga se incluye ofrecer un determinado número de partidos del Madrid en domingo, además del morbo añadido de la lucha por el título con el Atlético. No se ha respetado a un club que será el único representante de LaLiga, ante el British Power con Chelsea, City y el propio Manchester United, como abanderados de la Premier League en las dos finales europeas, Champions y Europa League. Increíble, pero cierto. El Villarreal ha sido ninguneado por LaLiga, la patronal que debe defender los derechos de sus asociados. ¿Rectificará Tebas?