En su mensaje con motivo de la Navidad (televisado en Nochebuena), el Rey combinó la defensa de la España "plural y diversa" con una llamada a preservar la "unión solidaria" del país. Desde el palacio de la Zarzuela, Juan Carlos dedicó su primer recuerdo a los familiares de las víctimas y a los heridos a consecuencia de los "abominables" atentados terroristas perpetrados el 11 de marzo en Madrid.

Como en años anteriores, el Monarca situó la Constitución en el eje central de la estabilidad política, social y económica, pero incluyó una llamada a la responsabilidad para consolidar y "ampliar" lo que los españoles han conseguido "juntos". Todo ello, junto a la invitación a mantener el "preciado consenso" en que se basó la Carta Magna.

En pleno debate sobre las reformas estatutarias, Juan Carlos aseguró que siempre alentará y preservará la "unión solidaria de las diversas tierras de España", y se comprometió a armonizar intereses y a moderar y arbitrar el funcionamiento de las instituciones. Para no dejar flancos al descubierto, el Rey se refirió también a la nación española: "Una nación labrada durante siglos por nuestros antepasados".

Además de rendir tributo a las víctimas del 11-M, el jefe del Estado animó a los partidos a debatir, "algo propio del buen funcionamiento de toda democracia", pero resolviendo sus diferencias "con prudencia, buscando la concordia y el interés colectivo".

El Rey volvió a hacer explícita su voluntad de fijar en la retina de los ciudadanos la imagen de los príncipes de Asturias entregados de lleno al servicio del Estado. Así, la fotografía de Felipe y Letizia se hizo muy visible en la composición de los diversos planos de la señal institucional servida a todas las televisiones. A ellos se refirió como continuadores de su propia tarea, "una labor con la que los Príncipes de Asturias sellaron un firme compromiso de continuidad con motivo de su enlace".

AVANCES SOCIALES Al detenerse en las preocupaciones cotidianas de los ciudadanos, el Rey alentó a avanzar en la construcción de un país socialmente más justo, en el que la ampliación de las prestaciones sanitarias, el incremento de la seguridad y el acceso a viviendas asequibles sean los signos de estos tiempos.

Juan Carlos abogó por realizar un esfuerzo investigador, por garantizar la plena equiparación de hombres y mujeres, y por la consecución de una justicia más ágil y eficiente. Al expresar su reconocimiento a las familias españolas, situó su quehacer en la responsabilidad básica de transmitir identidades y valores, conforme a sus creencias. Sin aludir al reciente informe de la OCDE sobre el bajo nivel cultural de los estudiantes de secundaria, el Monarca sostuvo que "el futuro requiere una sustancial mejora de los niveles educativos."

A menos de dos meses de la celebración del referendo sobre la nueva Constitución europea, el Rey recordó que, como españoles y como europeos, los ciudadanos deben abordar "con altura de miras" las responsabilidades que dicho tratado plantea.

En su mensaje de hace un año, Juan Carlos subrayó además la importancia de la reclamación española de "mantener el peso relativo que merece en el edificio institucional de la Europa del futuro," en referencia implícita a las exigencias del entonces presidente, José María Aznar, de mantener el reparto de poder acordado en Niza.

Finalmente, celebró que Zaragoza haya logrado organizar la Exposición Universal del 2008, que Valencia acoja en el 2007 la Copa América de Vela y que Almería protagonice el próximo año los Juegos Mediterráneos.