El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha pronunciado esta madrugada un discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas (AGNU) en el que ha instado al Reino Unido a cumplir los acuerdos vigentes en torno a Gibraltar y a abordar su descolonización, aunque con unas formas y un fondo mucho más suave del que había sugerido que iba a utilizar en este foro. Y es que el martes, a su llegada a Nueva York, aseguró a la prensa que iba a denunciar que la colonia británica era un paraíso fiscal que tampoco respetaba la legislación medioambiental. Pero no ha habido nada de eso.

"Un año más debo traer a esta Asamblea la cuestión de Gibraltar, a la que esta organización incluyó en 1963 en la lista de territorios no autónomos pendientes de descolonización. Es el único pendiente en Europa, afectando aún a nuestra integridad territorial. Desde entonces, el Reino Unido viene desoyendo el mandato de esta AGNU y el compromiso contraído con España de la Declaración de Bruselas de 1984", ha apuntado.

Según el jefe del Ejecutivo español, este "anacronismo colonial" sigue causando "inconvenientes" a los ciudadanos de Gibraltar y de la zona adyacente. "Sobre la legitimidad que otorga la doctrina universal de esta Asamblea General, España reitera una vez más su llamamiento al Reino Unido para retomar el diálogo bilateral y la cooperación regional", ha añadido, poniendo fin a este punto de su discurso.

Resolución sobre Siria

En la intervención del presidente español no ha habido ni una sola mención a Irán y su programa nuclear, pese a que fue el tema principal de la Asamblea General y que Rajoy se reunió anoche con su homólogo iraní, Hasan Rohaní, aprovechando este foro. De lo que sí ha hablado fue de Siria y su situación, que se ha convertido en un "inaceptable y descorazonador" drama humanitario y en una "creciente amenaza" para la paz y seguridad regional e internacional.

"El brutal ataque con gas sarín contra la población civil de Damasco, acreditado por el informe de la Misión de Naciones Unidas, ha suscitado una repulsa generalizada en la comunidad internacional y el convencimiento de que ello ni puede repetirse, ni puede quedar impune", ha señalado.

A continuación, ha apuntado que la propuesta de Rusia y Estados Unidos que podría permitir el control internacional y posteriormente la destrucción del arsenal químico existente en Siria ha sido "aplaudida por todos", añadiendo que ahora le toca mover ficha al Consejo de Seguridad y adoptar una resolución que convierta en "jurídicamente vinculante" para el régimen sirio la prohibición del uso de armas químicas y la obligación de su destrucción. "“Nos va mucho en ello. Esto es un reto de seguridad internacional que, de no resolverse, se convertirá en un fracaso colectivo", ha advertido.

Entrar en el Consejo de Seguridad

Desde los primeros minutos de su discurso, Rajoy ha dejado claro a su auditorio que España desea entrar como miembro no permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas durante el periodo 2015-2016, un puesto que se disputa con Turquía y Nueva Zelanda (y que el ministro José Manuel García-Margallo ha tratado de asegurar en las múltiples bilaterales que ha mantenido en los últimos días). La decisión no se conocerá hasta octubre de 2014, pero el presidente ha querido insistir en la importancia que da a esta cuestión.

"España sabe que nuestra defensa de la dignidad de la persona será más eficaz a través de las Naciones Unidas, al igual que la Asamblea General de las Naciones Unidas sabe que, en ese empeño, puede contar con España", ha recalcado un Rajoy que, además, ha apostado claramente por la reforma del Consejo de Seguridad en torno a los principios de "rendición de cuentas, transparencia y colaboración", a fin de proporcionar "mayor legitimidad y respaldo" a las acciones de la ONU.

Finalmente, ha sacado a colación que España creó junto al PNUD el fondo para el logro de los objetivos del Desarrollo del Milenio, con impacto real en las vidas de 20 millones de personas a través de más de 130 programas en 50 países por valor de casi 1.000 millones de dólares. "A medida que la economía española está volviendo a crecer, volveremos a apoyar estos esfuerzos con una inversión en cooperación al desarrollo generosa, inteligente y eficaz", ha concluido.