Precampaña del 23J

Feijóo cita a todo el PP en Madrid para exhibir músculo y pasar página de las alianzas con Vox

Solo 24 horas después de que se vean coaliciones PP-Vox por toda España, Feijóo reúne a barones y candidatos en las listas para presentar su proyecto a la presidencia del Gobierno

Tras la constitución de los ayuntamientos Feijóo mirará ya al 23J sin Abascal, remarcando las diferencias ideológicas más importantes como la postura frente a la violencia de género

Alberto Núñez Feijóo junto a los cabezas de lista de toda España para el 23J.

Alberto Núñez Feijóo junto a los cabezas de lista de toda España para el 23J.

Cristina Gallardo

Alberto Núñez Feijóo reunirá a todo el poder territorial del PP este domingo en Madrid. La mayoría de barones y dirigentes destacados, además de los recién nombrados candidatos para las generales del 23 de julio que le acompañarán en las listas, están citados al mediodía en El Retiro. La consigna que ha llegado a los territorios es la de que el líder conservador hará una presentación oficial de su candidatura a la presidencia del Gobierno, que rematará el lunes con una conferencia en la capital. Para el partido es muy importante exhibir músculo territorial y mantener la movilización del 28M para las elecciones del verano.

Todo ello 24 horas después de que se constituyan los ayuntamientos de toda España, confirmándose coaliciones entre PP y Vox en más de un centenar de municipios (muchos en ciudades grandes y capitales de provincia donde ganó el PSOE). Feijóo pretende pasar página tras unos días intensos dentro de su formación, poner el foco en las mayorías absolutas logradas en plazas tan simbólicas como la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, y en todas las que el PP podrá gobernar en solitario. 

Aunque la dirección nacional lleva días criticando al PSOE por dar “lecciones de pactos” tras una legislatura de alianzas con Bildu y los independentistas, además de Podemos dentro del Gobierno, Feijóo volverá a insistir en la búsqueda de una mayoría más amplia tras el 23J. La derogación del sanchismo estará otra vez en la primera línea, igual que la victoria de las pasadas autonómicas y municipales “que debe ser ratificada” en cinco semanas.

El mensaje que mantendrán es el de culpar al PSOE de los acuerdos firmados con Vox. En palabras de Miguel Tellado, hombre fuerte de Feijóo: “Lamentamos que haya sido imprescindible cerrar un acuerdo de Gobierno con Vox en la Comunidad Valenciana. Los que se rasgan las vestiduras son los que nos han abocado a ese acuerdo”, llegó a afirmar. Ayer mismo hubo una reacción en cascada de la dirección nacional a unas declaraciones de un candidato de Vox en Valencia, que negó la existencia de la violencia de género.

El programa de gobierno de la coalición de la derecha en esa autonomía recupera el concepto de "violencia intrafamiliar" (como ya ocurrió en Castilla y León), dejando de lado la violencia específica contra las mujeres. Un asunto que preocupa al PP hasta el punto de que Feijóo reprendió publicamente al partido ultra con una seria advertencia que replicaron en su formación: "No daremos pasos atrás. Cueste lo que cueste". La escenificación de esa distancia, en línea con la frase "no renunciaremos a nuestros principios" que el líder conservador se empeña en repetir, forma parte de esta misma estrategia. Una vez que culmine la constitución de los consistorios, Feijóo mira al 23J sin Vox.

Pasar página de los pactos

En algunos territorios, la incomodidad por los pactos con Vox ha sido todavía mayor que la tensión vivida. El mensaje que acompañó al partido durante toda la campaña del 28M fue la de buscar gobiernos en solitario. Cada candidato hizo suyas esas palabras, incluso ante el recelo de algunos barones (pocos), conscientes de que en muchos lugares tendría que haber un acuerdo entre las dos fuerzas de la derecha para desbancar al PSOE. 

Pero Feijóo, que no ha escondido la animadversión por esa fuerza política, marcaba el camino: mayorías suficientes para evitar a los ultra y puerta abierta a acordar con otros partidos. Es su esquema para las generales y lo ha sido en algunas comunidades (Canarias y Cantabria donde habrá pactos con los regionalistas). 

En otros lugares ha sido imposible, y esa autorización a pactar con Vox tras haber renegado de ellos es lo que preocupa a algunos dirigentes, conscientes de la pérdida de credibilidad de ahora en adelante. La realidad es que ha sido bajo la presidencia de Feijóo, y en un momento muy dulce para el PP, cuando se ha consumado el mayor acercamiento a Vox en las instituciones. 

Lo que más ha desconcertado dentro de las filas conservadoras ha sido la rapidez con la que se ha gestado la coalición en la Comunidad Valenciana, a la que todos daban por imposible antes del 23-J. El acuerdo se precipitó por la predisposición de Vox de apartar a Carlos Flores Juberías (su candidato, condenado en 2002 por violencia machista) y ante la posibilidad de diluir ese acuerdo con el resto de municipales. “Si lo vamos a hacer y se puede, cuanto antes mejor”, resumen algunas fuentes populares. 

Ahora quedan las otras tres autonomías conflictivas: Extremadura, Baleares (Vox tiene puesto el foco) y Aragón, a pesar de los intentos de Jorge Azcón de acercarse a otros partidos locales. En Murcia las cosas se han complicado mucho por el acuerdo de la Mesa de la Asamblea, y fuentes del PP confirman a este diario que Fernando López Miras no dará su brazo a torcer, incluso pensando en la repetición electoral si no hay más remedio.

Abascal no ha dado muestras de ceder tampoco. De hecho, el líder de Vox insistió el viernes en que el camino para el resto de territorios es el valenciano. En muchos ayuntamientos se han ido concretando también los acuerdos y el reparto de concejalías. Vox no parece dispuesto a ceder en sus principales banderas como Cultura, Seguridad Ciudadana o Desarrollo Rural. “Son las áreas en las que puede marcar el mensaje de su ideología” reflexiona un dirigente que comparte gobierno con ellos.

La cuestión es que el PP trata de mermar las competencias de sus consejerías en el caso de las autonomías y concejalías en el de los ayuntamientos. Un buen ejemplo es la consejería de Agricultura que asumirán en la Comunitat, pero de la que extraerán la gestión del agua, asunto absolutamente clave en esta autonomía y muy especialmente para el PP. Otras fuentes apuntan también a que Cultura (con rango de vicepresidencia) tampoco controlará Patrimonio. En total, las consejerías de Vox gestionarán el 5% del presupuesto de toda la comunidad.