Negociaciones tras el 23J

Aragonès reclama "coraje" tanto a Sánchez como a Junts para pactar el precio de la investidura

El ‘president’ de la Generalitat recuerda que los 14 escaños independentistas del nuevo Congreso (7 de ERC y 7 de Junts) son "decisivos" para la investidura de Sánchez

El 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès.

El 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès. / EP

Sara González / Carlota Camps

Sin ambages ni rodeos, el 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès, ha reconocido que los resultados de ERC y del independentismo en su conjunto en las elecciones del 23-J ha sido "malo". No obstante, el foco lo ha puesto en el 'y ahora qué' que deben afrontar todos los actores implicados en las negociaciones para una eventual investidura de Pedro Sánchez. Una interlocución entre socialistas, republicanos y posconvergentes ante la que ha reclamado "coraje" a banda y banda. Al PSOE, para abordar una propuesta para resolver el conflicto catalán. Y a Junts, para aparcar los "reproches" y pactar un precio conjunto.

"La confianza recibida en las urnas debe servir para impedir que la derecha y la ultraderecha formen gobierno, pero también para que Cataluña avance en términos de resolución del conflicto, de democracia", ha defendido el 'president' durante la sesión de control en el pleno del Parlament, la primera valoración que ha hecho de lo sentenciado por las urnas el pasado domingo y que ha supuesto una pérdida de 400.000 votos para su partido.

Pero a pesar de este batacazo, el ‘president’ ha recordado que los 14 escaños independentistas del nuevo Congreso (7 de ERC y 7 de Junts) son "decisivos" para la investidura de Sánchez y que deben utilizarse para intentar resolver el conflicto político. Así, ha emplazado al independentismo a "aprovechar la oportunidad" y a ponerse de "acuerdo" para pactar un único precio, a la vez que ha recordado a los socialistas de la "gran responsabilidad" que tienen en sus manos.

Frente común sin dejar los reproches

"Lo haremos mejor si lo hacemos conjuntamente", ha avisado el ‘president’ en el cara a cara con el presidente de Junts en la Cámara catalana, Albert Batet. Un emplazamiento, sin embargo, que no ha estado exento de reproches. A pesar del inicio de los contactos entre Jordi Turull y Marta Rovira para explorar un frente común independentista, el dirigente posconvergente ha aprovechado la sesión de control parlamentaria de este miércoles para censurar el acuerdo entre ERC y el PSC que da entrada a los republicanos en el gobierno de la Diputación de Barcelona.

En este sentido, Batet ha asegurado que los dirigentes de Junts serán "fieles" a los "compromisos" adoptados durante la campaña y ha avisado de que no harán "trapicheos extraños, de escondidas y contra natura", como consideran que ha sido el del ente supramunicipal. Aragonès ha lamentado estas críticas y ha pedido dejarlas de lado para no hacer "más difícil" el frente común del independentismo en Madrid. "Por mi parte no quedará la voluntad de avanzar", ha zanjado el republicano.

PSC y Comuns, con pies de plomo

Más allá de la bancada independentista, y consciente de que tiene que moverse con pies de plomo, el líder del PSC, Salvador Illa, ha hecho un alegato a favor de la "política de acuerdos en una sociedad plural" y del cumplimiento de los compromisos alcanzados en los presupuestos, una manera de recordarle a ERC el apoyo a unas cuentas con las que ha podido dar continuidad a la legislatura pese a su minoría. A su vez, Aragonès ha respondido que el momento requiere de una "gran responsabilidad" que interpela especialmente a los socialistas. "Los resultados del domingo suponen oportunidades y riesgos, hay que dar respuesta", ha asegurado a modo de advertencia de que la investidura se puede ir al traste si no se avanza en la resolución del conflicto.

También la presidenta de En Comú Podem en el Parlament, Jéssica Albiach, ha defendido que no se le puede "regalar una segunda oportunidad" a los que quieren "arrasar" Cataluña con una repetición electoral. Se ha mostrado convencida que las fuerzas catalanistas demostrarán su "compromiso antifascista" y sabrán estar en el "lado bueno" de la historia. El 'president' le ha recogido el guante, pero haciendo hincapié en que también la parte estatal debe arremangarse para "poner fin a la represión" y "abrir caminos" para deshacer el gran nudo gordiano con un referéndum. "Calma, discreción y exigencia mutua", ha recetado Aragonès.

Más áspero aún ha sido el intercambio con la CUP pese a que el ‘president’ le ha tendido por enésima vez la mano para rehacer la alianza independentista. "¿Entiende la pérdida de votos sufridos como una enmienda a lo que está haciendo ERC?", le ha espetado la diputada Laia Estrada, cuya formación ya ha anunciado que afrontará una "refundación" a partir de otoño. La anticapitalista ha acusado a Aragonès de estar gobernando "con el programa del PSC" y de no asumir que la vía es "plantar cara" a un Estado que ha tachado de "irreformable". El 'president' ha zanjado el intercambio con una nueva negativa a entrar en "reproches".

Una "alternativa" en Cataluña

Finalmente, el líder del PP en Cataluña, Alejandro Fernández, ha sacado pecho de que su formación obtuviera más votos -a pesar de que no más escaños- que ERC y Junts y ha alargado la mano al primer secretario del PSC para aprovechar "la oportunidad histórica" de acabar con el independentismo. En este sentido, ha pedido a Salvador Illa que se abstengan a la investidura de Alberto Nuñez Feijóo en el Congreso y que, en Cataluña, trabajen para "mandar" a los independentistas a la oposición y crear una "alternativa" no nacionalista en la Generalitat. "Por primera vez dan los números", ha avisado el popular.