CRISIS INTERNA EN VOX

Ortega Smith reconoce que la marcha de Espinosa de los Monteros pasará factura a Vox

El dirigente madrileño de la formación de Santiago Abascal advierte de que Vox no es un partido al servicio de "las vanidades o personalismos de alguien"

Javier Ortega Smith.

Javier Ortega Smith.

Elena Marín

La dimisión de Iván Espinosa de los Monteros no ha sido aún digerida en Vox. Su marcha ha provocado que los cimientos del partido se tambaleen, aunque desde la dirección achaquen la crisis interna a un invento de los medios de comunicación. Javier Ortega Smith, portavoz de Vox en el Ayuntamiento y vicepresidente de la formación, publicó un mensaje en twitter criticando a los que no supieron valorar a su ya excompañero en la cúpula del partido. Este martes no ha tenido complejo en reconocer que su marcha penalizará al partido: "Sin lugar a dudas".

Ortega Smith ha reaparecido en los actos institucionales de La Paloma organizados por el Ayuntamiento de Madrid. Tras asistir a la entrega de premios, ha atendido a los medios y no ha ocultado el malestar que siente por que Espinosa de los Monteros haya tenido que dejar el Congreso y la dirección del partido. Las consecuencias de esta salida son evidentes para Ortega Smith: "La pérdida de cualquiera de las personas refeentes del partido que han supuesto darle voz a existencia de vox desde 2013 y 2014 (...) claro que tiene un efecto negativo muy importante en el ánimo, en el espíritu y, desgraciadamente, en los resultados electorales. No me cabe ninguna duda".

Orígenes de Vox

La referencia temporal no ha sido gratuita. Unos minutos antes, el ex secretario general del partido, que fue apartado del cargo en octubre de 2022 tras la salida de Macarena Olona, reivindicaba al equipo fundador de Vox, el que en 2013 acompañó a Santiago Abascal en la creación de un partido "con vocación de servicio a los españoles" y entre los que estaba Espinosa de los Monterios. No ha mencionado nombres ni facciones internas del partido, que de hecho se ha negado incluso a valorar limitándose a decir que él no pertenece a ninguna. Pero sí ha querido lanzar un mensaje: "Todos los demás que crean que Vox es otra cosa al servicio de otros intereses, de las vanidades o personalismos de alguien o que Vox debe ser la alfombra de cualquier otro partido político no han entendido para qué se formó este partido".

A la marcha del ex portavoz de Vox en el Congreso, que alegó formalmente "razones personales y familiares", le siguió la de Juan Luis Steegman, la persona llamada a ocupar el escaño que dejaba Espinosa de los Monteros, y estos movimientos han generado cierta agitación interna. El actual secretario general del partido, Ignacio Garriga, en una entrevista en Radio Nacional de España arremetía hace escos días contra los medios por la "permanente campaña de manipulación" y las "burdas mentiras" sobre la crisis interna de su formación y la pelea entre bandos que ha podido provocar la salida de Espinosa de los Monteros. El ahora número dos de Santiago Abascal, denunciaba la "campaña de manipulación" y los intentos de "enterrar" a Vox, pero las palabras de Ortega Smith muestran que hay un poso de decepción con lo ocurrido y que la formación se encuentra internamente dañada.

Decisiones internas

Tal y como publicó este periódico, los críticos con el ala más radical que se ha apoderado del núcleo duro del partido, con Jorge Buxadé como figura pública y otros nombres que le acompañan en la retaguardia, como Ignacio Hoces y Kiko Méndez Monasterio, permanecen expectantes a lo que pueda hacer ahora Santiago Abascal, esperanzados de que tome alguna decisión que calme a los más inquietos con la marcha de Espinosa y detenga la hemorragia.

La incomodidad o malestar de Ortega Smith se ha dejado notar también cuando se ha referido a Rocío Monasterio, a quien ha defendido y mostrado su apoyo público confiando en que siga siendo "un referente" para el partido y se mantenga "en puestos importantes" de la formación después de decir que sabe de ella lo mismo que los medios, en referencia al futuro que desde el partido quieren para ella.

En una línea similar, mostrando una cierta distancia con las decisiones y cábalas que estén haciendo en el entorno de Santiago Abascal de cara a la constitución de la Mesa del Congreso, ha respondido tajante preguntado por las posibilidades de que el PP esté negociando con el PNV. Su rechazo a considerar a los nacionalistas vascos como un partido "garante de la gobernabilidad" es total, pero se mantiene al margen: "¿Qué va a hacer nuestro partido? Lo desconozco".