Aragonès llama a abrir una segunda fase de negociación para votar "libremente" sobre la independencia

El 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès, ha fijado ya las bases para una segunda fase de negociación con el Estado. La primera etapa, la desjudicialización del 'procés', debe quedar cerrada con la amnistía que negocian ERC y Junts con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez. La segunda, mucho más compleja, será la de la autodeterminación, ha insistido el jefe del Govern, quien ha llamado al soberanismo a unir esfuerzos para que los catalanes voten "libremente" sobre la independencia.

"Tenemos la oportunidad de resolver el conflicto de soberanía con el Estado. Ahora es el momento", ha espetado durante el mensaje institucional con motivo de la Diada desde la sede del Institut d'Estudis Catalans, en el barrio del Raval de Barcelona. "Firmeza, negociación y democracia", ha recetado para "superar definitivamente la represión y sentar las bases para que Cataluña pueda decidir sin ningún límite cuál tiene que ser su futuro político".

Pere Aragonès: "Quien negocia en nombre de Cataluña lo que afecta a su estatus político es el Govern"

Así se ha pronunciado la víspera de un Onze de Setembre marcado por las negociaciones para la reelección de Sánchez en Moncloa tras las elecciones del 23-J, que convirtieron a ERC y Junts en imprescindibles para que el candidato socialista permanezca en el Gobierno. Ante la nula coordinación entre ambas fuerzas, Aragonès ha vuelto a llamar a la unidad para aprovechar que Cataluña "tiene la llave de la gobernabilidad del Estado" y ha repasado las condiciones al PSOE.

La amnistía, "como garantía de que nadie más entrará en prisión y que los 'exiliados' regresarán en libertad", y el traspaso de Rodalies y el fin del déficit fiscal -que el Govern cifra en 20.000 millones de euros- como "mejora inmediata del estado del bienestar". Todo ello, como paso previo al inicio de una nueva etapa de diálogo que, a su juicio, debe estar "centrada única y exclusivamente en el fondo del conflicto" para que "el Gobierno y la Generalitat acuerden cómo dar respuesta a la voluntad mayoritaria de la ciudadanía de Cataluña de decidir votando cuál debe ser el futuro político del país".

Porque poner fin a las causas judiciales del 9-N a las manifestaciones tras la sentencia del 1-O, ha apuntado, es una condición "indispensable" para comenzar una negociación "en pie de igualdad". "Pero, la amnistía, por sí sola, no resuelve el conflicto de soberanía con el Estado. Cataluña quiere votar libremente sobre la independencia, y hasta que el Estado no dé respuesta a esta reivindicación democrática, el conflicto existirá", ha advertido.

Para buscar una estrategia compartida dentro del independentismo, el 'president' ha vuelto a poner sobre la mesa el acuerdo de claridad, una propuesta que dará a luz este mes de septiembre cuando los expertos finalicen el encargo del Govern de proponer cómo se puede encajar un referéndum pactado.

"Lo podemos hacer. Hace cuatro años, en una situación similar a la actual conseguimos sacar a los presos de prisión. Y hoy, con la fuerza que tenemos como país, tenemos que hacer posible la amnistía. Tenemos que hacer posible una mejora inmediata del bienestar de la ciudadanía y tenemos que hacer posible dar un nuevo impulso a la negociación con el Estado para establecer las bases para que Cataluña vote", ha resumido.

El impulso al catalán

Aragonès ha subrayado que Cataluña está a punto de llegar a los ocho millones de personas, siendo "la más plural y diversa que ha existido nunca", y destacando el valor del catalán como "lengua común, elemento de identificación colectiva y expresión de una cultura propia en constante construcción con aportaciones de todas partes, a través de la construcción de un país de derechos y libertades, con oportunidades para todos".

En este sentido, ha animado a dar un "impulso" al catalán, recordando que pasos como la oficialidad en el Parlamento Europeo y el uso en el Congreso de los Diputados "son importantísimos y suponen un gran avance hacia el reconocimiento nacional de Cataluña". Pero no basta, ha dicho: "Tenemos la responsabilidad histórica de mantener viva la lengua y solo lo haremos si todos nos conjuramos para hablarla, usarla con normalidad en todos los ámbitos, sin miedo, sin vergüenza" como herramienta de cohesión social.

Al comienzo del mensaje, Aragonès ha querido mandar unas palabras de "apoyo, cariño y solidaridad" a Marruecos por el impacto del devastador terremoto que conmociona al país. "Estoy convencido de que una vez más el pueblo de Cataluña volverá a mostrar su solidaridad con los pueblos afectados por catástrofes humanitarias", ha zanjado.