PARTIDO POPULAR

Ayuso reactiva la renovación territorial del PP de Madrid para consolidar el control del partido

La dirigente madrileña prevé proponer en el comité ejecutivo que se celebrará a finales de septiembre la renovación de las cerca de 50 gestoras que siguen vivas en la capital y varios municipios

Invita a Sánchez a someterse de nuevo a las urnas sin esperar al resultado del debate de investidura de Feijóo

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. / EFE

Elena Marín

Isabel Díaz Ayuso planea una renovación del PP de Madrid. Apenas un año largo después del congreso que le otorgó plenos poderes en la formación regional tras una batalla fratricida con Pablo Casado, la dirigente madrileña va a realizar varios ajustes que le permitan enfrentarse a los nuevos retos regionales y nacionales. Una "nueva estructura organizativa para un nuevo escenario político", según describe un documento de trabajo interno del PP regional. Y lo primero es reestructurar la organización para suprimir las gestoras que aún siguen al frente de algunas agrupaciones locales, 11 solo en la capital y 44 más en los municipios de la región. A partir de ahí, y teniendo en cuenta las nuevas responsabilidades de gobierno o el salto al Congreso de algunos miembros de la formación, se prevén otros cambios orgánicos que permitan a la dirigente madrileña tener un férreo control del partido para activarlo según sus necesidades.

El pasado martes 12 de octubre, un día después de la Junta Directiva Nacional en la que Alberto Núñez Feijóo pidió la movilización de todos sus barones en contra de una hipotética ley de amnistía de Pedro Sánchez, la dirigente madrileña reunió a su equipo directivo de Madrid. En la cita se aprobaron las bases para elaborar un Plan Estratégico 2024/2027, a las que ha tenido acceso este diario, con siete ejes sobre los que trabajar y en las que se afirma que hay que tener "la maquinaria del partido perfectamente engrasada y con capacidad para afrontar nuevos retos electorales, así como diversos escenarios nacionales, gobierno u oposición". Según la información que se trasladó en ese comité de dirección, la previsión es que el lunes 25 de septiembre, un día después del gran acto en Madrid con Alberto Núñez Feijóo, José María Aznar y Mariano Rajoy y a escasas horas del debate de investidura, Ayuso reúna a su ejecutiva regional y convoque las asambleas que darán lugar a la nueva estructura del partido regional.

Incertidumbre política y llamada a las urnas

Hace apenas dos meses, Isabel Díaz Ayuso se veía como una presidenta autonómica con mayoría absoluta y un presidente 'amigo' en La Moncloa. Pero "la incertidumbre" de los resultados electorales del 23J han dejado a Feijóo fuera de la Presidencia del Gobierno y al partido pendiente de lo que pueda suceder con la continuidad de Pedro Sánchez. Ayuso ha puesto a su equipo a trabajar en el Plan Estratégico en un contexto en el que practicamente nadie en la formación confía en que por alguna carambola el debate de investidura de Feijóo, previsto para el 26 y 27 de septiembre, salga bien, pero a partir de ahí creen que los escenarios pueden ser diversos y por eso se han puesto ya a trabajar en ellos, según explican en la formación.

De lo que ocurra después de la investidura fallida del PP dependerá el futuro del partido y de su liderazgo. La idea de Ayuso es tener el partido preparado a corto plazo por si hay una repetición electoral, en caso de que Sanchez finalmente no llegue a un acuerdo con Junts para su investidura. En este caso todo el partido coincide en que Feijóo debería repetir como candidato y Ayuso, según ha revelado en estos dos últimos meses a gente de su entorno, se quedó en las últimas generales con la duda de si desde Madrid podrían haber hecho más para obtener mejores resultados, así que si vuelven a convocarse las urnas de forma casi inmediata o a corto plazo, quiere que no haya errores y enseñar el músculo de su formación territorial.

De hecho, muestra estar deseándolo. Este mismo domingo, sin esperar a la investidura fallida de su jefe de filas, Ayuso invitaba a Sánchez a someterse de nuevo a las urnas. "Vayamos a elecciones", pidió la dirigente madrileña, justificando que el presidente en funciones debería presentarse "con el proyecto que él mismo está encabezando desde el mes de julio", insisitendo en la idea de que "a los españoles no se les ha consultado" lo que Sánchez pueda estar negociando con Junts para lograr sus votos en su investidura y mantenerse en La Moncloa.

Plan a medio plazo

Pero su plan estratégico es también para estar preparados a medio plazo. Si Feijóo se queda como líder de la oposición en el Congreso, nadie sabe por cuánto tiempo lo será: ni se sabe si la legislatura durará cuatro años con un Sanchez que dependa de la amalgama de partidos nacionalistas ni se sabe si Feijóo seguirá siendo el líder y candidato de una nueva cita electoral tras esa posible legislatura del PSOE. Para cuando llegue ese momento, Ayuso quiere estar en posición de salida, según el fuego amigo que le llega de dentro del partido y la sitúa en la disputa permanente con Génova. Esto es para “coger fuerza para la posibilidad de su desembarco en la política nacional”, insisten miembros del partido.

Sin embargo, en el entorno de la presidenta minimizan las intenciones, conscientes de que su impulso para posicionarse en contra de los independentistas y la mochila que arrastra con lo que ocurrió con Casado condicionan las opiniones de sus propios compañeros de partido. Tampoco ayuda que fuera la primera en sumarse a la manifestación de Barcelona contra la amnistía tras el llamamiento de Aznar a la movilización y en su equipo lo saben, pero vienen a decir que Ayuso no puede dejar de ser Ayuso.

Partido en tensión

La propia presidenta trasladó a su grupo parlamentario este jueves antes de la sesión de control, que no quiere a nadie "dormido" esperando a que pasen cuatro años. Su mensaje fue, según fuentes parlamentarias, que quiere al partido en tensión desde el primer momento, trasladando propuestas y poniendo nuevas ideas sobre la mesa. "Queremos al partido enchufado para lo que pueda pasar", repite alguien de su confianza, que circunscribe esa adrenalina que pide la presidenta a Madrid o a cómo Madrid puede trabajar por los resultados del PP nacional si volvemos en breve a un escenario electoral.

La composición actual del partido salido del último congreso respondía a las necesidades electorales del 28M, y por supuesto, a la necesidad de hacer suyo un partido lleno de afinidades y lealtades a Pablo Casado. Pero, según fuentes populares, ahora toca adaptar el partido a un nuevo tiempo. A quienes insisten en que esto es solo una forma de rearmarse para seguir siendo la punta de lanza de la oposición a Sánchez frente a Feijóo, quienes rodean a Ayuso reiteran que efectivamente ella no tiene intención de dejar de enfrentarse al presidente en funciones. Pondrá "pie en pared" a cada cosa que entienda que atenta contra los interesas de los madrileños "le pese a quien le pese" porque entiende que esa es su labor al frente del gobierno regional, pero sin que eso signifique, insisten las mismas fuentes, que quiere opacar o hacer a su vez oposición a Feijóo.