Sentencia

El Supremo anula por desviación de poder el ascenso de Dolores Delgado

La sentencia obliga al fiscal general a volver a proponer al Consejo de Ministros un nuevo fiscal de Sala Togado, pero Delgado fue luego elegida al frente de Memoria Democrática

Dolores Delgado.

Dolores Delgado. / DAVID CASTRO

Ángeles Vázquez, Cristina Gallardo

El Tribunal Supremo ha vuelto a anular un nombramiento de la Fiscalía General del Estado. En esta ocasión ha dado la razón en parte al fiscal Luis Rueda, que recurrió el real decreto que en octubre de 2022 promovió a la categoría de fiscal de Sala a la exfiscal general del Estado Dolores Delgado y la nombró fiscal de Sala de la Fiscalía Togada del Tribunal Supremo. Desde el Supremo se apunta a EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica, que, aunque su posterior nombramiento al frente de Memoria Democrática no ha sido impugnado, si para ser designada también debía ser fiscal de Sala, también se vería afectado. Por su parte, la Fiscalía General del Estado sostiene que no, que su cargo actual no queda anulado.

La sentencia declara que el acuerdo adoptado por el Consejo de Ministros, a propuesta del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, para nombrar a Delgado fiscal Togada, una vez abandonó la jefatura del ministerio público, incurrió en "desviación de poder", porque ejerció sus “potestades administrativas para fines distintos de los fijados por el ordenamiento jurídico”.

La sentencia de la Sala Tercera del Supremo considera acreditado que la finalidad buscada por el fiscal general del Estado fue asegurar a Dolores Delgado su promoción a la máxima categoría de la Carrera Fiscal, tratando de llenar lo que, en su opinión, es una carencia de la legislación en vigor. Ese criterio, concluye el alto tribunal, se aparta de la finalidad propia de la potestad de resolver convocatorias para plazas del ministerio fiscal, cuyas vacantes deben proveerse fundamentalmente con arreglo al criterio del mérito.

La resolución afirma que la "finalidad realmente buscada fue asegurar a Delgado su promoción a la máxima categoría de la carrera fiscal por haber sido fiscal general del Estado. Y ello no es, desde luego, el fin que el ordenamiento jurídico atribuye a la potestad de convocar y resolver vacantes en el empleo público, incluidas las plazas del ministerio fiscal". Añade que la potestad del fiscal general es hacer propuestas por méritos, "no reescribir las reglas de promoción en la carrera fiscal, ajustándolas a sus personales preferencias".

No "es el fin de dicha potestad remediar regulaciones legales que, según la opinión del fiscal general del Estado, presentan carencias o sencillamente deberían tener otro contenido. A este respecto debe subrayarse que la voluntad del fiscal general del Estado fue explícita: asegurar la promoción a la máxima categoría a quien había ocupado la jefatura de todo el ministerio fiscal sin tener la categoría de fiscal de Sala. Cualquiera que sea la opinión que a cada uno le merezca, lo cierto es que esa promoción automática no ha sido querida por el legislador, ni está prevista en la ley", asegura la resolución.

Retrotraer actuaciones

La sentencia acuerda retrotraer las actuaciones al momento anterior al de elevar al Consejo de Ministros la propuesta del fiscal general del Estado para que se realice una nueva propuesta, teniendo en cuenta lo dicho en la resolución sobre la finalidad de la potestad de resolver convocatorias para plazas en la fiscalía.

No obstante, habrá que ver cómo ejecuta el fallo la Fiscalía General del Estado, ya que después Delgado fue nombrada fiscal de Sala de Memoria Democrática, lo que significa que ya abandonó la responsabilidad que ha sido formalmente anulada por el Supremo este martes. Su elección al frente de la fiscalía de nueva creación, realizado una vez ya convocadas las elecciones generales del pasado 23 de julio, también está impugnado ante la Sala de lo Contencioso del alto tribunal.

La anulación del ascenso de Delgado por la Sala Tercera se suma a resoluciones anteriores contra nombramientos fiscales realizados durante su mandato. En dos ocasiones anuló el de Eduardo Esteban como fiscal de Sala de Menores. Si la primera vez se entendió que su designación frente a otros candidatos al puesto no estaba suficientemente motivada, la segunda vez fue por considerar "inadecuada" la argumentación utilizada para volverle a promover a la jefatura de la Fiscalía especializada.