Política

El Congreso avala el martes la amnistía estrenando un nuevo sistema de voto

El PP, que tiene mayoría en la Cámara Alta, tiene intención de dilatar lo máximo posible su paso por el Senado

María Jesús Montero y Pedro Sánchez, en un pleno del Congreso en el hemiciclo del Senado.

María Jesús Montero y Pedro Sánchez, en un pleno del Congreso en el hemiciclo del Senado. / EFE

Miguel Ángel Rodríguez

Los fallos en las votaciones del Congreso están ya más que asumidos. Siempre hay algún diputado que, por unas cosas u otras, acaba despistado y vota 'sí' a lo que debería rechazar, 'no' a una propuesta de su propio partido o termina absteniéndose cuando su voto es decisivo. A esta realidad habrá que sumarle un nuevo elemento en el próximo pleno, se ha instalado un nuevo sistema de votación en la Cámara Baja. Y poca broma porque la siguiente cita que acogerá el hemiciclo del Congreso es la aprobación de la ley de amnistía.

Después de un mes de reformas en el que las sesiones se han tenido que celebrar en el Senado, las obras están ya casi finiquitadas. El objetivo era sustituir las pantallas que tenían los diputados en sus escaños por una tablet en la que se integrasen elementos como la traducción simultánea de las lenguas cooficiales.

Estos cambios se han llevado por delante los tres tradicionales botones -el del 'sí', el 'no' y la abstención-. En su lugar, los diputados deberán marcar el sentido del voto a través de las tablets que se han instalado. A falta de ver cómo funciona, el primer pleno, el de prueba, será el próximo martes, cuando se debatirán las enmiendas que aún mantendrán vivas ERC y Junts a la amnistía y se aprobará el texto definitivo antes de su remisión al Senado.

¿Qué se debate?

En principio, el único punto del orden del día de esta sesión extraordinaria será el dictamen sobre la Ley de Amnistía aprobado por la Comisión de Justicia el pasado martes. ERC y Junts llegaron a un acuerdo con el PSOE para enmendar la cuestión del terrorismo y que la ley solo deje fuera de la medida de gracia estos delitos "siempre y cuando, de forma manifiesta y con intención directa, hayan causado violaciones graves de derechos humanos". Esto blindaría las causas del Tsunami Democràtic y CDR. 

Sin embargo, ni los republicanos catalanes ni los posconvergentes se dan por vencidos. Ambas formaciones están dispuestas a seguir negociando hasta el último minuto para intentar arrastrar a los socialistas hacia sus posiciones de máximos y lograr que la medida de gracia sea más amplia. 

ERC aún confían en introducir en la ley son la devolución de las cantidades abonadas en concepto de las multas impuestas en aplicación de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como 'ley Mordaza'; y excluir todos los "actos tipificados como delitos de torturas o de tratos inhumanos o degradantes" independientemente de que "superen un umbral mínimo de gravedad".

Por su parte, Junts insiste en eliminar cualquier mención al terrorismo de las exclusiones de la ley. También quieren ampliar la norma para incluir conductas "atribuidas en función de operaciones policiales artificiosas y/o prospectivas orientadas a la criminalización de cargos públicos y/o su entorno, siempre y cuando no hayan conllevado efectivamente un incremento patrimonial de origen ilícito". Esta redacción podría hacer referencia al caso de Laura Borrás. Todas estas enmiendas se votarán ya con el nuevo sistema.

¿Y después?

Una vez que el Pleno del Congreso apruebe la proposición de ley, esta será remitida al Senado, donde deberá continuar su tramitación. Eso sí, el PP, que tiene mayoría en la Cámara Alta, tiene intención de dilatar lo más posible su paso por el Senado. En cualquier caso, según el plazo que fija la Constitución, la iniciativa debe ser aprobada como máximo en dos meses. Y después, ya en primavera, regresará al Congreso para su aprobación definitiva.