Corea del Norte ha recordado que Estados Unidos no monopoliza los ataques preventivos y Donald Trump ha repetido que lidiará en solitario con el problema si es necesario. Faltan horas para el desfile militar en Pyongyang, esperada cumbre de la tensión de los últimos días, y tanto EEUU como Corea del Norte perseveran en su política de machos alfa mientras China intenta rebajar su testosterona.

Pyongyang ha acusado a Doland Trump de «causar problemas» con sus tuits en la península y generar «un círculo vicioso». El Ejército norcoreano ha recordado que tiene a tiro las tropas estadounidenses de Corea del Sur y que podría aniquilarlas en cuestión de minutos.

El aviso se esperaba después de que Washington hubiera aireado durante las últimas semanas la posibilidad de un ataque preventivo y de que sus 59 misiles a Siria subrayaran la amenaza. El primer golpe es clave en la estrategia bélica. EEUU y Corea del Sur manejan un plan de ataques quirúrgicos contra los principales objetivos militares norcoreanos y sus líderes para descabezar el régimen y acortar la guerra. Pyongyang calcula que un devastador ataque a su vecino del Sur conmocionaría al mundo y forzaría las negociaciones.

Los expertos creen que Corea del Norte ha preparado otra tropelía este sábado para sazonar el 105 aniversario de Kim Il Sung, abuelo del actual dictador.