Guerra en Oriente Próximo

Guterres pide “un cambio de paradigma” a Israel tras seis meses de guerra en Gaza

El secretario general de la ONU renueva el llamado urgente por un alto el fuego humanitario inmediato

Llama a investigaciones "independientes" de ataques como el letal al convoy de la oenegé de José Andrés

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres / Europa Press/Contacto/Mohamed Ahmed

Idoya Noain

Con Gaza “al borde del abismo” tras seis meses de guerra lanzada por Israel en respuesta a los ataques de Hamás del 7 de octubre, ha llegado la hora de “silenciar las armas, de aliviar el horrible sufrimiento y de evitar una potencial hambruna antes de que sea demasiado tarde”. Ese es el urgente llamado que ha lanzado este viernes en Nueva York el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, que ha recordado a Israel que “las dramáticas condiciones humanitarias requieren un verdadero cambio de paradigma”.

Guterres ha reiterado en su mensaje la reclamación “urgente” de un “alto el fuego humanitario inmediato”, que ya solicitó para el mes de Ramadán a punto de acabar una resolución del Consejo de Seguridad, que no se ha implementado. También ha pedido la liberación incondicional de rehenes, la protección de civiles y la entrega sin impedimentos de ayuda humanitaria. Y ha dado la bienvenida a los anuncios realizados el jueves por la noche por el gobierno de Binyamín Netanyahu de abrir nuevas vías de entrada de ayuda en Gaza, pero con sutileza ha recordado que los compromisos no sirven de nada si quedan en eso. “Espero sinceramente que se materialicen rápidamente porque la situación es absolutamente desesperada”, ha dicho el portugués, que ha reclamado un “salto cuantitativo” en la entrega de ayuda.

Su repaso por los seis meses de conflicto ha servido para recordar el desastre humano y humanitario, una situación dramática que ha tildado de “incomprensible y absolutamente evitable”. Ha mencionado específicamente a los más de 32.000 palestinos muertos y 75.000 heridos, que más de la mitad de la población enfrentando “hambre catastrófica” y que “el respeto por el derecho humanitario internacional hecho trizas”. “Nada puede justificar el castigo colectivo del pueblo palestino”, ha dicho Guterres repitiendo uno de sus mensajes habituales.

IA, prensa y algo más que “errores”

Guterres ha hecho referencia también al letal ataque israelí al convoy de World Central Kitchen, cuyos siete cooperantes muertos se han sumado a 196 trabajadores humanitarios caídos víctimas del conflicto, incluyendo 175 de personal de la ONU, en su mayoría de la UNRWA. Y aunque ha reconocido que Israel ha admitido sus “graves errores” en el caso de los voluntarios de la oenegé del chef José Andres, y ha cesado a dos militares, ha destacado que “el problema esencial no es quién cometió esos errores, es la estrategia militar y los procedimientos que permiten que se multipliquen una y otra vez”. “Arreglar esos errores requiere investigaciones independientes y cambios significativos y mensurables sobre el terreno”, ha dicho. Israel se ha limitado a su propia investigación interna. 

El secretario general se ha mostrado además “profundamente preocupado” ante informaciones de que Israel está usando para su campaña militar de bombardeos la Inteligencia Artificial como herramienta y ha afirmado que “ninguna parte de decisiones sobre vida y muerte debe delegarse a los fríos cálculos de los algoritmos”. Igualmente, ha denunciado una guerra de información que “suma al trauma” y ha denunciado que “negar la entrada a Gaza a periodistas internacionales permite que prosperen desinformación y falsas narrativas”.

Resolución en el Consejo de Derechos Humanos

Horas antes de su intervención en Nueva York se aprobaba en el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra una resolución que urge a hacer a Israel responsable de posibles crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Gaza e insta a detener todas las ventas de armas a Tel Aviv.

La resolución ha recibido 28 votos a favor y seis en contra, incluyendo los de Estados Unidos, Alemania y Argentina. Francia, India, Japón y otros nueve países se han abstenido.