Los primeros movimientos de tierras cara a la construcción de la nueva cárcel de Alboc sser comenzarán a principios del próximo año. Así lo indicaron ayer el alcalde de de la localidad, Antonio Querol, y fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

Desde esta última institución especificaron que aunque aún no hay una fecha oficial propuesta, todo apunta a que previsiblemente las obras se iniciarán después de Navidad, en enero. De hecho, este lunes, está previsto abordar en el pleno la aprobación del plan inicial y la estimación del impacto ambiental del centro penitenciario, según informó la oposición.

El alcalde aclaró que el Ministerio del Interior ha adquirido ya la totalidad de los terrenos, excepto un 3%, que van a pasar a ser expropiados. Hoy se escriturarán las últimas propiedades que pasarán a manos del Ministerio. De hecho, los agricultores ya han comenzado a arrancar los árboles que había en sus propiedades para que puedan ser trasplantados o vendidos.

El primer edil explicó que, a pesar de que un 3% de propietarios se ha negado a vender estos terrenos podrán ser ocupados en seguida por el Ministerio mientras se continúa con el proceso expropiador, que podría prolongarse durante un año o más.

Querol, no obstante, aclaró que el Ministerio aún no ha solicitado la licencia de obras. Un proceso que, indicó, se acometerá cuando se complete la compra de terrenos.

Hay que recordar que en julio, con motivo de la firma del convenio entre el Ayuntamiento de Alboc sser y el Ministerio, la subsecretaria de Interior, María Dolores de Cospedal, dijo que la intención era que las obras comenzaran antes de finalizar este año.

Algunos vecinos consideran que la negativa a vender por parte de algunos propietarios puede retrasar el inicio de las obras, debido a que las parcelas que tendrán que ser expropiadas se encuentran muy dispersas.

Hace un mes, los técnicos de la sociedad encargada de la construcción de las obras acometió los estudios geotécnicos en el terreno. Las máquinas entraron en algunas parcelas cuyos dueños no habían querido vender, lo que generó malestar.