Carlos Fabra revalidó ayer en el Auditorio de Peñíscola su mandato al frente del PP provincial por quinta vez consecutiva, en un congreso donde recibió el respaldo de la militancia con un significativo 98,30%. Fueron 984 votos a favor, 17 en blanco y tres nulos de los 1.004 emitidos (todos los compromisarios que asistieron). El cónclave se caracterizó por el homenaje al líder popular de lo que el PP entiende ha sido un año muy difícil en lo personal y político a propósito del caso Naranjax.

Fabra recibió el calor de militantes y dirigentes. Todos, desde Francisco Camps a Víctor Campos, pasando por los encargados de leer las comunicaciones, como Francisco Martínez o Vicent Aparici, tuvieron palabras de gratitud y de apoyo a Fabra.

Inició la ronda el secretario general del PP provincial, Víctor Campos, que en su informe de gestión, aprobado por unanimidad, dijo que el presidente ha "soportado un linchamiento organizado" y una situación "mezquina, despreciable, rastrera e injusta", Ante un auditorio puesto en pie que estalló en aplausos, Campos alabó "la entereza de Fabra y de su familia" en este último año y le dedicó el cónclave provincial de Peñíscola: "Este congreso va a servir para reconocer tu liderazgo sobre la base sólida de un partido fuerte, cohesionado y unido".

No menos elocuente fue el presidente de la Generalitat y del PPCV, Francisco Camps, que en la clausura señaló: "Habéis escogido a Fabra porque es el mejor que hay. Con compañeros como él, los retos que tengo por delante me parecen pequeños, muy pequeños".

Tras ser proclamado, Fabra dijo que este resultado le "obliga a mucho, a trabajar a muerte y sin descanso por Castellón, la Comunidad Valenciana y España". Emocionado, reconoció: "Os aseguro que es uno de los momentos más felices de los últimos tiempos de mi vida".

Antes, en su discurso como candidato, el presidente también hizo una mención al tratamiento que el Gobierno de Rodríguez Zapatero, según él, ha prestado a su caso judicial: "Me quedaría satisfecho si el Gobierno socialista dedicase a esta provincia tanto tiempo como el que ha dedicado a mi persona en los últimos meses".

POCOS CAMBIOS En cuanto al tema orgánico, los más estrechos colaboradores de Fabra vuelven a copar los principales puestos de mando de un comité de dirección con pocos cambios, que aumenta en cinco personas y en el que destaca Alejandro Lorca, su jefe de gabinete en la Diputación. Como ya adelantó este periódico, Víctor Campos repite de secretario general, mientras que Francisco Martínez y Luis Tena se afianzan en ese segundo escalón. Para las vicesecretarías se incorporan Vicent Aparici y Rubén Ibáñez, porque tanto Alberto Fabra como Herminia Palomar ya lo eran en la anterior dirección.

Respecto a las secretarías ejecutivas, combina experiencia y juventud con Alfonso Ferrada, Marisol Linares, María Fernanda Vidal y el mencionado Lorca, con Esther Felip y Andrés Martínez. A destacar también una mayor presencia de mujeres jóvenes en secretarías de área como Esther Pallardó, jefa de prensa de la Diputación, Laura Peñarroya y Laura Gómez.

La única concesión a la integración del ya prácticamente inexistente sector zaplanista ha sido para el diputado nacional Miguel Barrachina, que entra en el comité ejecutivo por designación del propio presidente.