Eloi Gimeno es un joven agricultor de Castellón que prácticamente ya no se acerca por algunos de los campos familiares. Así sucede en las 2,2 hectáreas que comparte con su madre y cinco hermanos en la zona situada en el camino Almalafa entre Castellón y el Grao, justo donde ha de ubicarse Parc Castelló.

Es precisamente la construcción de este polígono logístico lo que ha motivado que el huerto presente actualmente un estado deficiente. Aunque no está abandonado totalmente, "tienes que recortar gastos y no podemos invertir en un sitio que pronto será zona industrial", dice Eloi. Así pues, los trabajos en este campo se reducen a las mínimas fumigaciones fitosanitarias "y a mantener un poco controladas las malas hierbas".

De esta manera, el gasto que en su día supuso el cambio al riego por goteo no tendrá la rentabilidad esperada. "Cuando acabemos de pagarlo ya se habrá iniciado la construcción de Parc Castelló", señala. Para tratar de minimizar las pérdidas "y por no acabar de perderlo", este año todavía recogerán la producción de naranja del terreno.

El panorama desde la antigua alquería no es mejor para los huertos que rodean el suyo: "Todavía hay algunos que se trabajan, pero solo son el 20% de la zona", indica. El resto se abandonó hacia la misma fecha, el 2004, cuando se anunció el parque logístico y la naranja ya no proporcionaba ingresos. Por eso, Eloi lanza un lamento: "Estamos dejados por la administración".