Fuego, música e imágenes proyectadas sobre una pantalla especial; y luz, con una alegoría titulada El sueño de Vítol, pusieron ayer ayer el broche de oro a las fiestas de la Magdalena en el tradicional Vítol. Los castellonenses despidieron anoche a lo grande las fiestas mayores de la ciudad con un evento, organizado por la Junta de Festes, con la colaboración de Mediterráneo, que duró aproximadamente 30 minutos, y que engarzó un recorrido visual por cada uno de los actos de la semana que finalizaba.

Como informó José Ramón Garcés, vicepresidente de la Junta, "el Magdalena Vítol simboliza el cierre oficial de la semana". En este sentido, Garcés habló de cada una de las estampas que se fueron representando sobre la pantalla especial instalada sobre el frontis de la concatedral de Santa María, "con imágenes relativas al mar y a la luna".

Hay que citar a la Colla Xàloc que participó en el magno espectáculo y que interpretó diversas piezas compuestas ex prefesso para la ocasión. Otro de los momentos impactantes de la última noche de fiesta fue cuando un globo de helio de unos 7 metros sobrevoló la plaza Mayor.

De características similares al Vítol del 2008, el espectáculo unió tradición y vanguardia, música pairal y batucada. Pero, la ceremonia era el corolario al tradicional grito de "Magdalena", pronunciado por la reina de las fiestas, María Mulet, contestado por el público que abarrotaba la plaza Mayor con el "Vítol!", invocación de la ciudad de Castellón para preparar ya los festejos fundacionales del 2010. Un grito entrecortado entre la emoción de unas vivencias que serán recordadas siempre por la máxima representante de la ciudad.

La ciudad de Castellón vivió sus últimas horas de las fiestas de la Magdalena con inmensa alegría. El Desfile Final iba a marcar el punto de inflexión de una semana grande que entrará en la historia como las de mayor participación popular. Collas, comisiones de sector, Germandat dels Cavallers, reinas de las fiestas y damas, y Junta de Festes protagonizaron un cortejo que, partiendo de la calle Zaragoza, recorrería las calles del centro enmedio del júbilo y la diversión, al ritmo sonoro de las bandas participantes en el Festival Internacional de Música de Fiesta, para llegar a la plaza Mayor.

Después, vendría la traca final, que fue seguida por miles de castellonenses en una tradición que cuenta aún con respaldo popular. Eran los momentos previos al Vítol, que preludia ya la Magdalena del 2010.