Los años de bonanza económica, hasta el 2008, más o menos, trajeron consigo cambios sustanciales para el mercado inmobiliario castellonense, con un exagerado boom de construcción, ventas y de facilidades para la comercialización. Los pisos se vendían solos y, como consecuencia, se puso en marcha un sinfín de agencias que, según los profesionales del sector, practicaban el intrusismo sin apenas ningún miramiento.

Con la crisis, el 80% de esas firmas ha cerrado, explica el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de la provincia de Castellón, Francisco Nomdedéu, mientras que “el número de agentes colegiados se ha mantenido en unos 100, con un descenso de apenas un 10%, casi todos por procesos de traslados y jubilaciones”, asegura.

Tras varios años de serias dificultades para la economía provincial, que no cesan, las reglas del juego han vuelto a cambiar radicalmente en el sector y ahora la competencia directa y más feroz proviene de bancos y cajas.

En este sentido, Nomdedéu indica que “hay entidades que compiten con los agentes colegiados de forma desleal, porque es frecuente que un cliente nuestro vaya a pedir financiación para comprar un piso y en la sucursal le ofrecen uno de su propiedad y, además, dándole el 100% del precio, sin comunicar nada al agente que lleva la operación”. El presidente de los API indica que “estamos luchando ahora con esta situación, que hace el trabajo mucho más complicado”.

Es decir, es difícil lograr un crédito para adquirir una vivienda, salvo si esta pertenece al banco o caja con el que se tramita la petición del préstamo. En ese caso, todo son facilidades.

Lo cierto es que, según relatan desde otra inmobiliaria provincial, “han desaparecido las comisiones que antes nos daban los bancos por llevarles clientes y lo que ocurre ahora con frecuencia es que se aprovechan de nuestro trabajo y de nuestros clientes”.

No obstante, el presidente de los API castellonenses también apunta a que existe la otra cara de la moneda, ya que “hay entidades que ofrecen sus activos a los agentes colegiados y a sus empresas para que los comercialicemos nosotros y estas nos dan todas las facilidades”. Nomdedéu destaca, por otra parte, un nuevo comportamiento por parte del cliente “que cada vez nos pide más documentación y más detallada, por ejemplo, los estatutos de la comunidad, algo que antes no se hacía y exige más dotaciones en los pisos, aunque sean baratos”.

alquiler // Desde una de las agencias de toda la vida que operan en la provincia de Castellón ponen de manifiesto, por otro lado, que “la irrupción de los bancos en el mercado, tal y como lo están haciendo, hace que no podamos competir con ellos en la compraventa, por lo que estamos mucho más centrados en el alquiler, que es lo que está funcionando más”.

Añaden que el esfuerzo es “grande”, porque “no se trata de arrendar un piso y ya está, sino que la situación obliga a estar pendiente de todas las incidencias de la vivienda, como averías o cualquier otra cosa, para poder fidelizar al cliente y continuar adelante con la actividad”. El resumen es que la adaptación a este nuevo marco es compleja. H