Miles de personas inundaron la ciudad de Castellón en una manifestación histórica y sin precedentes para defender y reivindicar el mundo del toro. El pueblo salió a la calle para alzar la voz y manifestar su pasión hacia el toro en todas sus vertientes. Castellón fue ayer el mejor escenario para demostrar la fuerza y el peso de una fiesta no siempre respetada: la tauromaquia, ya sea en la calle o en la plaza.

A las 11.15 horas de la mañana, tres cohetes anunciaban la salida de la manifestación desde los aledaños de la plaza de toros. Abriendo la comitiva, una dolçaina i el tabalet, junto con dos muñecos gigantes con forma de toro. Una pancarta de ocho metros encabezaba el inmenso pelotón de gentío, portada por personalidades destacadas del mundo del toro, el arte y el deporte.

Tras recorrer parte del trayecto y llegar a la plaza de la Farola, la policía, ante la masiva afluencia de asistentes (10.000 contabilizó la organización y 6.000 la Policía Local), se vio obligada a cambiar el recorrido de una manera acertada puesto que la cabecera de la manifestación estaba a punto de fusionarse con la cola de gente que aún no había podido salir del punto de partida. La marea de aficionados tuvo que cruzar todo el Parque Ribalta hasta llegar a la plaza de toros.

La afición demostró una vez más su civismo, con gritos de ¡toros sí! en un paseo por el centro de la ciudad repleto de pancartas y banderas con lemas taurinos. No faltó ni una sola peña de Castellón y Valencia. Dando su apoyo, la Unión de Taurinos y Aficionados de Catalunya, una tierra que ha sentido en sus propias carnes el dolor de la prohibición.

Entre los presentes se encontraban los toreros Vicente Ruiz El Soro, Rubén Pinar, Cristian Climent, Javier Vázquez, Manolo Sales, Paco Ramos, Jorge Expósito, Varea, Abel Valls, Víctor Manuel Blázquez…; los empresarios Santiago López, Tomás Entero, Juan Miguel Torres, Roberto y Rubén Espinosa, Jorge Arellano, Alberto Ramírez…; los ganaderos Victorino Martín, Antonio Bañuelos, Manuel Ángel Millares, Daniel Ramos, Carlos Núñez…; representantes de la crítica taurina como Javier Hurtado, Manolo Molés o José Luis Benlloch; de la cultura como Ripollés; del deporte como Álex Debón; y de la afición, caso de Celso Ortega, matador de toros y representante de las peñas de El Puerto de Santa María. Se echó en falta a figuras del toreo, así como empresarios de relevancia, que quedaron en evidencia ante la magnífica respuesta del aficionado, que una vez más, fue el gran salvador de esta fiesta.

Tras entrar a la plaza de toros, los que portaban la pancarta en la que se podía leer el lema de la manifestación, Defiende lo nuestro, toro, cultura y tradición, dieron una emotiva vuelta al ruedo con la misma, en medio de una atronadora ovación del público. Ni unos antitaurinos espontáneos, que se colaron en los tendidos e increparon y agredieron a algunos aficionados, pudieron parar los gritos de toros sí y libertad. El periodista y crítico taurino Manolo Molés, el ganadero Victorino Martín y El Soro tomaron la palabra para agradecer a todos los aficionados su presencia en este acto.

Los actos culminaron con un encierro infantil en el que el ruedo se plagó de niños en una viva imagen de que el futuro de esta fiesta está más que asegurado. Y el broche de oro lo puso la puesta de largo de la Escuela de Recortadores de Castellón, capitaneada por Sergio Delgado, que recibió el homenaje de sus alumnos y que puso de manifiesto la labor que se está haciendo con estos aspirantes a recortadores.

España entera se manifestaba momentos después a través de las redes sociales aclamando un éxito total, aplaudiendo a Castellón y su iniciativa pionera de organizar esta manifestación, sin ningún tipo de subvención y sin que la abanderase ningún partido político. Castellón fue ayer, más que nunca, el epicentro de la tauromaquia. Un ejemplo para toda la afición. H