A él le debemos uno de los trabajos precursores de la literatura científica y el fundamento de la teoría de la biología evolutiva. Hablamos de Charles Darwin y, cómo no, ‘El origen de las especies’. El libro del célebre naturalista británico introdujo la teoría científica de que las poblaciones evolucionan durante el transcurso de las generaciones mediante un proceso conocido como ‘selección natural’. A través de sus páginas, Darwin presentó evidencias de que la diversidad de la vida surgió de la descendencia común a través de un patrón ramificado de evolución. Esas evidencias las recolectó, en su mayor parte, gracias a su famosa expedición en un barco que ha pasado ya a la eternidad, el Beagle, en la década de 1830.

Como muchos ya sabrán, el Beagle zarpó a través del Océano Atlántico y luego llevó a cabo detallados estudios hidrográficos en torno a las costas de la parte meridional de América del Sur, regresando por Tahití y Australia después de haber dado la vuelta a la Tierra. Aunque la expedición fue planeada originalmente para durar dos años, llevó casi cinco años.

Darwin pasó la mayor parte de su tiempo explorando las tierras: tres años y tres meses en tierra, 18 meses en el mar.A principios de la travesía, decidió que podía escribir un libro sobre la geología, y mostró un don para la teorización. En Punta Alta hizo un gran hallazgo de fósiles gigantescos de mamíferos extintos, entonces conocidos por unos pocos ejemplares. Hábilmente recogía y formulaba observaciones detalladas de plantas y animales, con resultados que sacudieron su creencia de que las especies eran estables y le sirvió de base para las ideas que le vinieron posteriormente en Inglaterra, que condujeron a su teoría de la evolución por selección natural, teoría que no contó en un principio con muchos defensores.

CORRESPONDENCIA ESPECIAL

Una de las personas que confió ciegamente en Darwin fue el naturalista, médico y botánico estadounidense Asa Gray. Precisamente, Gray mantuvo correspondencia con Charles Darwin, un intercambio epistolar en el que ayudó con valiosa información para el desarrollo de la teoría de ‘El origen de las especies’. Gray se erigió en el fiel defensor de Darwin en los Estados Unidos, y reunieron juntos varios de sus escritos para producir ‘Darwiniana’, un libro muy influyente en su tiempo.

¿Y toda esta perorata a qué viene? Pues bien, el próximo viernes, 25 de octubre, a las 20.00 horas, el Paranimf de la Universitat Jaume I de Castelló albergará la representación de la obra teatral ‘Darwin’.

Bajo la dirección de Imma Sancho y con la interpretación de Juli Cantó, como Darwin, y Enric Juezas, como Asa Gray, tendremos oportunidad de ver la adaptación en valenciano de la pieza que fue encargada por el Darwin Correspondence Porject, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), con el apoyo de la Fundación John Templeton (EUA), con motivo de la celebración del 200 aniversario del nacimiento de Darwin y el 150 aniversario de la publicación de ‘El origen de las especies’.

A partir de la correspondencia entre los dos científicos, Asa Gray y Charles Darwin, el dramaturgo y zoólogo inglés Craig Baxter construye esta pieza dramática mediante la cual se recorren no solo los progresos científicos de los dos personajes, sino también su relación de amistad e incluso las discrepancias que mantenían los dos sobre algunas teorías darwinistas. A lo largo de la hora que dura la representación, el público asiste a los momentos clave de la vida de Darwin, y puede reconocer el gran contenido didáctico-científico que tiene la pieza, dramatizada por Baxter de manera comprensible y amena para el espectador, ya que no requiere una formación científica específica para adentrarse en los conceptos darwinistas.

La traducción de la obra, que se ha representado por diversos escenarios de la Comunitat Valenciana durante este año 2013, corre a cargo de J. V. Martínez Luciano. Por su parte, Víctor Antón se encarga del diseño de iluminación y en cuanto a las labores de vestuario y diseño de escenografía Pascual Peris es el responsable. H