Una cuestión novedosa, que necesitará tiempo para afianzarse en la sociedad castellonense y que constituye un tema generacional. En estos términos ha descrito la mediación judicial el decano del Colegio Oficial de Abogados de Castellón, Antonio Esteban, quien, en declaraciones a Mediterráneo, apunta que su aceptación total y normalización tardará “muchos años” en llegar a la provincia, tras conocerse el balance del primer año de funcionamiento de la Unidad de Mediación Intrajudicial de Castellón (Umicas), en el que únicamente ocho de los 89 procesos tramitados terminaron en acuerdo. Por el contrario, los implicados en 54 casos descartaron un pacto y otros 27 trámites están abiertos.

“La mediación pasa por la implicación de las partes y es un cambio cultural importante respecto al conflicto puro y duro que ha habido siempre en los juzgados españoles”, señala Esteban, quien incide en que no todo procedimiento judicial es susceptible de una mediación.

Los asuntos familiares, los temas societarios, los conflictos vecinales e, incluso, algunas cuestiones laborales son el tipo de conflictos que, según el decano de los letrados, pueden ajustarse más al proceso de la mediación.

RETRASO // “En España hemos empezado tarde a introducir este tipo de acuerdos, mientras que en buena parte de Europa están afianzados hace años, al igual que ocurre con el arbitraje. Es un recorrido largo que tenemos que hacer”, admite Esteban.

Un camino que para los abogados pasa por la introducción de la mediación en las instituciones y el ámbito privado, comenzando por los ayuntamientos que deberían, según el Colegio Oficial de Abogados, impulsarlo. “Si en la sociedad civil no se instaura la utilidad de la mediación, será difícil lograrlo”, apunta el máximo representante de los letrados. H