El sector azulejero advirtió de las consecuencias que podría tener para la industria la propuesta de la Comisión Europea (CE) para frenar el cambio climático, que pasa por reducir la emisión de partículas contaminantes un 55% el 2030. El secretario general adjunto de Ascer, Alejandro Echavarría, afirmó ayer que la hoja de ruta que proponen las autoridades comunitarias pasa por un «cambio total de modelo productivo» que pondría en jaque el crecimiento de las empresas y, por lo tanto, el mantenimiento del empleo.

La Unión Europea ha ido más allá esta semana en su propuesta para la transición energética y su plan pasa ahora por lograr la neutralidad climática el 2050, para lo que urge acelerar los objetivos del 2030. Según Echavarría, es necesario que «surjan alternativas» nuevas para conseguir la descarbonización de la industria.

MISMAS REGLAS DEL JUEGO // También el presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, se refirió a esta cuestión y pidió en numerosas ocasiones que todos los productores de baldosas cumplan «las mismas reglas del juego». La única mención del documento de la CE a esta cuestión es la promesa de estudiar la aplicación de tasas fronterizas para los productos realizados en regiones con normativas ambientales mucho más laxas que las europeas.

«Si no conjugamos la sostenibilidad económica con la climática, quienes perderán los puestos de trabajo y las empresas serán los quijotes», dijo en referencia al hecho de que países competidores del azulejo castellonense, como China o India, ya amagan con no cumplir el llamado Acuerdo de París mientras la Comisión propone ir más allá del mismo.