Calma tensa en las carreteras que conectan Castellón con Europa. Todos pendientes de futuros incidentes y consultas constantes con servicios como Google Maps. Esa era la sensación que se palpó en la jornada de ayer en puntos como el área de servicio de la AP-7 a la altura de Benicarló o restaurantes junto a la nacional 340 en Torreblanca. Los camioneros están "hartos" de esta situación.

Los cortes de los CDR a la altura de l’Ampolla (Tarragona) fueron el aperitivo. Alfredo, un camionero portugués, se encontró con este panorama. «Informaron por las pantallas que debíamos seguir nuestro camino por la nacional y se formaron largas colas; llegamos con más de 30 minutos de retraso sobre el horario previsto», dijo. Junto a su compañero de transporte internacional, esperaban en el Olímpic de Torreblanca nuevas instrucciones de sus superiores, ante las evoluciones en Cataluña y los chalecos amarillos franceses.

José Sánchez, al frente de un microbús, también empleó tiempo extra el sábado para cruzar la frontera con la Comunitat. «Por suerte, estoy de vuelta a Jaén tras haber ido a Girona», comentó.

Turistas en familia que apuraban las últimas horas de puente eran el perfil mayoritario en la cafetería del área de Benicarló. Un panorama distinto al del día anterior, cuando los conductores de gran tonelaje se quedaron quietos a causa de los CDR.

LLAMADAS //

Miguel, procedente de Alcoi y con destino a Francia, aprovechó la mañana dominical para descansar. «Voy camino a la Jonquera, aunque un compañero me llamó para decirme que hay cortes continuos en puntos como Montpellier». Mientras, todos están en vilo por las posibles pérdidas que llevarán más episodios en arterias tan importantes.