“Ni la Diputación ni sus técnicos han tenido acceso nunca a las facturas del Provincial. Para esto había responsables del ámbito económico en el propio Consorcio Hospitalario”. Son palabras del expresidente provincial, Carlos Fabra, nada más salir ayer del centro de reinserción social donde, en régimen de semilibertad, cumple la última fase de su condena por delito fiscal. Fabra dijo estar “enterado” de las noticias sobre presuntas irregularidades en este centro, las cuales --señaló tajantemente-- desconocer. “La administración era responsabilidad del gerente y del director económico, eran los que mandaban y quienes tenían que rendir cuentas a la Conselleria”.

El ahora interno recuerda que “como presidente de la Diputación, mi función era la búsqueda de recursos para un hospital que era referente en oncología y oftalmología y en el trato humano”, subrayó Fabra, quien añadió que “reivindicábamos unos fondos a la Generalitat que no siempre llegaban y que, en ocasiones, desde la Diputación se tuvo que trabajar para garantizar el sueldo a los trabajadores”, explica el político condenado.

Carlos Fabra apunta que “la Diputación no estaba para comprobar factura a factura, porque para eso ya estaban los responsables del propio Consorcio”. “Se aprobaban las cuentas generales, con la confianza de que todos hubieran hecho su labor de fiscalizar cada factura y cada detalle contable”, señala.

De otro lado, negó con rotundidad conocer cualquier irregularidad e instó a “que cada cual debe asumir sus propias responsabilidades, como yo ya las he asumido”, en alusión a su periodo de condena y al resarcimiento de parte de las exigencias económicas que conllevaba.

Finalmente, Fabra reiteró estar “muy tranquilo” con lo que se viene publicando, “tan tranquilo como orgulloso de lo conseguido para este hospital”. H