Castellón es la provincia española que acumula mayor recorte de oficinas bancarias desde que arrancó la crisis económica. Tal es así que, desde el ejercicio del 2008, el tijeretazo que han dado los bancos en su estructura comercial ha sido del 42%. Es decir, hoy en día quedan casi la mitad que hace siete años.

El dato viene reflejado en las estadísticas trimestrales que elabora el Banco de España y el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) y está más de actualidad que nunca tras el anuncio realizado por una de las mayores entidades financieras del mundo, el Banco Santader, que ha hecho oficial que va a prescindir de 1.200 empleados y 450 sucursales. Por lo que todo apunta que el censo de oficinas bancarias seguirá la tendencia descendente en Castellón de los últimos años.

La pérdida de la rentabilidad por los nulos intereses a los que se mueven en la actualidad el precio del dinero y la necesidad de sanear la indigestión que ha supuesto en sus cuentas de resultados el estallido de la burbuja inmobiliaria, sus fusiones con otros bancos en pérdidas, además de la progresiva implantación de la fintech o banca digital y la creciente competencia, explican un fenómeno que se da en toda España (-32%, 14.738 menos) y que el catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia y director adjunto de Investigación del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), Joaquín Maudos, en su trabajo titulado La concentración regional del mercado bancario, sitúa “solo por detrás de Chipre y casi similar a Grecia”, aunque superior a Italia (20%) y Alemania (11%).

EL PANORAMA // En el año 2000 había en algún punto de la geografía provincia 574 oficinas bancarias, que se elevaron a 683 en el 2008 al calor del boom inmobiliario y económico. Era la época del crédito fácil y el pleno empleo. Con la crisis, a septiembre del 2015 han descendido a 395. “Los datos muestran que el mayor cierre de oficinas ha tenido lugar en aquellas regiones donde más aumentó la red en los años de expansión, proceso lógico para corregir los desequilibrios”, subraya Joaquín Maudas.

De este modo, la densidad de oficinas por habitante es de un banco por cada 1.450 habitantes, siendo la mayor en Cádiz (2.386 personas por oficina) y la menor en Teruel (690 turolenses por oficina). Y no solo eso, el experto de la Universidad de Valencia también advierte de los riesgos de monopolio del sistema financiero en muchas de la provincias españolas, ya que la concentración de enseñas ha puesto el mercado en muy pocas manos en algunos casos, si bien la provincia de Castellón no está en la parte más conflictiva de este ránking, sino en la de riesgo “moderado”.

Lo que sí ha habido es un proceso de abandono del interior, habiéndose quedado muchos de los municipios sin ni siquiera una sucursal bancaria en la que realizar sus trámites, siendo los ahorradores atendidos a través de unidades móviles como las que usa Bankia o virtualmente a través de... internet. H