La provincia de Castellón se prepara para cerrar la temporada taurina haciendo balance de una campaña, donde el número de festejos ha caído en casi un centenar, pero la calidad de los mismos ha sido mayor, debido a la exhibición de más toros cerriles. Y es que en la mayoría de municipios de la provincia se han cerrado ferias de primera en cuanto a los hierros se refiere. Según datos de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, hasta el pasado 31 de octubre se habían celebrado 4.261 festejos taurinos en la provincia, lo que supone un centenar menos que el pasado año por estas mismas fechas.

Desde la Federación de Peñas de Bous al Carrer de la Comunitat aseguran que el descenso es «mínimo» y responde al hecho de que en muchos municipios se haya primado la calidad a la cantidad. «A lo mejor se ha optado por eliminar una tarde de vacas de las fiestas para destinar este importe a comprar, en cambio de un toro de corro, un cerril con buena presencia», señala su presidente, Vicent Nogueroles, quien insiste en que los organizadores, tanto peñas, como comisiones o ayuntamientos, «se están gastando dinero en ejemplares».

«La valoración de la temporada es positiva, porque, a pesar de que tenemos que lamentar cinco fallecimientos en la Comunitat, el número de heridos ha disminuido, lo que es señal de que todos los agentes implicados estamos trabajando en beneficio de la seguridad de la fiesta», resalta.

Sin duda, el hecho de que las ganaderías con mayor renombre de España hayan estado representadas en los carteles de numerosos municipios de la provincia pone de manifiesto que se ha brindado a los aficionados «ferias de primera categoría». «Ya quisieran algunas plazas tener estos carteles», concluye Nogueroles.

Y es que, una nueva temporada, Castellón se consolida como la provincia más taurina de España, ya que es la región donde más actos de bous al carrer se celebran durante el año. El debate que existe en otras zonas sobre la idoneidad de estos festejos, aquí no está sobre la mesa si se tiene en cuenta que esta fiesta, con gran arraigo, cuenta con el respaldo de los consistorios, independientemente, del color político del equipo de gobierno. Y es que, incluso en Compromís, que en los últimos meses ha mostrado su cariz más antitaurino en la Comunitat, por ejemplo, al votar en contra de la eliminación del segundo médico en Les Corts, en la provincia, sus dirigentes apoyan sin fisuras esta tradición a sabiendas de la afición existente.

«Estamos satisfechos en cómo ha transcurrido la temporada, se han minimizado los factores de riesgo y seguimos avanzando en la seguridad de los aficionados y en el bienestar animal. Las peñas han tenido una participación aún más seria si cabe, son las más comprometidas con la seguridad en el mundo del toro», remarca el director general de Emergencias, José María Ángel.